El mandatario argentino también reiteró que la vicepresidenta apoya un posible acuerdo con el FMI, pero remarcó: “La decisión es mía y yo la voy a asumir y a tomar”

8 de diciembre de 2021, 17:06 PM
8 de diciembre de 2021, 17:06 PM

Después de los interrogantes que surgieron sobre el apoyo de la vicepresidenta Cristina Kirchner a un eventual acuerdo que se negocia con el Fondo Monetario Internacional (FMI), el presidente argentino Alberto Fernández intentó despejar las dudas al asegurar este miércoles que, si bien muchas veces tienen diferencias con la vicepresidenta, el que decide finalmente es él.

"La verdad es que yo estoy muy seguro de cuál es el rumbo que tenemos que tomar y tengo la certeza de que es el mismo que quiere Cristina. Cristina y yo no somos iguales. Nosotros hicimos un frente que nuclea al peronismo y a muchas otras fuerzas y, por lo tanto, no hay una mirada homogénea sobre la realidad", sostuvo Fernández.

"Está claro que Cristina y yo en muchas cosas no pensamos igual, el que decide finalmente soy yo", dijo durante una entrevista grabada difundida en la cumbre anual del Gzero Summit Latin America 2021, en el que especialistas y líderes políticos y empresariales debaten sobre los desafíos y oportunidades geopolíticas de la región en el contexto de la pandemia de Covid-19.

En medio de las negociaciones técnicas que mantiene desde el domingo una misión argentina con el Fondo en Washington para refinanciar la deuda de $us 43.200 millones, el jefe de Estado negó una falta de respaldo a un posible acuerdo por parte de la vicepresidenta, quien el 27 de noviembre dijo en una carta que "la lapicera no la tiene Cristina, siempre la tuvo, la tiene y la tendrá el Presidente".

"Cristina y yo tenemos una historia común en ese punto, de asumir un país endeudado y tener que pagar las deudas que otros tomaron. Lo que pasa es que se ha escrito mucho sobre la idea de que Cristina no está de acuerdo en que tengamos un acuerdo con el Fondo, y está claro que la decisión es mía y yo la voy a asumir y a tomar, pero frente a todas esas versiones que dicen que ella se opone a ese acuerdo ella contesta públicamente: 'Yo no me opongo a ese acuerdo'", remarcó Fernández.

En ese sentido, reconoció que la exmandataria "es importante" por haber ejercido ese rol durante ocho años. "Ella se expresa y actúa como siempre, lo que pasa es que como ella no es la presidenta, se lee de otro modo", explicó. "Ahora la idea que soy el bueno y ella es mala, es una falacia. No siempre estamos de acuerdo y tratamos de saldarlo en forma racional, el martillo lo baja el Presidente", agregó.

Durante la entrevista conducida por Ian Bremmer, fundador de la consultora de riesgo político Eurasia Group, Fernández insistió que confía en llegar a un entendimiento con el organismo dirigido por Kristalina Georgieva, quien esta semana advirtió que "todavía falta mucho por hacer".

"Nosotros no queremos salir del mundo ni incumplir nuestras obligaciones. Queremos cumplirlas, pero no a costa del desarrollo de los argentinos. Los argentinos deben desarrollarse para poder pagar sus deudas", señaló. Y sostuvo que "la única forma de poder pagar y de poder crecer es a través de un desarrollo armónico: con industria que aumenta su producción, que esa producción se exporte y genere dólares para pagar la deuda, pero que al mismo tiempo da mejores condiciones de vida a los argentinos".

También aprovechó para cuestionar a quienes, según él, "piensan que primero para pagar hay que ajustar la economía para que la economía funcione", lo que definió como "el capitalismo del descarte".

"Ajustando dejamos afuera a millones de argentinos y los números cierran, pero lo que no cierra es la vida de los argentinos, que siguen padeciendo. De una vez por todas tenemos que entender que la igualdad es lo que más nos hace progresar", enfatizó.

Un grupo de bonistas que entró al canje de la deuda en 2020 y en febrero criticó las dilaciones con el FMI acusó al Gobierno en los últimos días de llevar adelante “gestos políticos baratos” y apuntó contra el Banco Central por utilizar $ us 3.300 millones de reservas en la "inútil" intervención en dólares financieros para apuntalar el "contraproducente régimen cambiario".

El Fondo también busca revisar el esquema cambiario, pero además exige un sendero de reducción del déficit fiscal y prevé un crecimiento del 2%, inferior al 4% previsto por el Gobierno. En medio de esa discusión, el Presidente destacó que el país terminará "creciendo más del 10%" en 2021, pero advirtió: "Que un país crezca el 10 por ciento, pero tenga el 40 por ciento de pobreza no es un país que crece como todos quisiéramos que crezca, porque el crecimiento debiera llegar a todos".

Fernández quiere que Argentina tenga como faro a Noruega, Finlandia y Dinamarca, "países que han desarrollado sus sociedades a la par que han desarrollado tecnologías, han invertido en ciencia, en conocimiento, son económicamente fuertes, pero eso se ve reflejado en la vida de sus sociedades".

Después de insistir en la importancia de "seguir ese rumbo", dijo que es necesario "convencer a la comunidad internacional y en este caso al Fondo Monetario Internacional, que es con quien estamos negociando una deuda increíble que asumió el gobierno que me precedió, pero que tengo muchas esperanzas de que podamos encontrar un acuerdo y que el Fondo entienda la lógica de lo que estamos planteando".

Canje de deuda por naturaleza y acuerdo Mercosur - UE

Por otra parte, Fernández insistió en la idea de que los paises deudores puedan cambiar "deuda por compromiso climático" y aseguró que "Argentina es un dador de oxígeno por sus bosques, sus montes y sus zonas verdes para todo el mundo", a la vez que destacó las reservas de petróleo y gas, las condiciones para generar litio y energías renovables del país.

En ese contexto, el mandatario se refirió al fallido acuerdo Mercosur - UE y dijo que "se frustra porque la Unión Europea reclama mayor protección de la Amazonia, yo estoy de acuerdo", pero señaló que el "verdadero motivo" de la parálisis con dicho bloque es que "hay países en la Unión Europea que no quieren terminar subsidios agrícolas y permitir nuestros productos".

Retomando la discusión del cambio climático, el jefe de Estado dijo que "es cierto que es difícil lograr la unanimidad de criterio y muchas veces aparecen estas cuestiones económicas que de algún modo obstaculizan la discusión". "De todas maneras, confieso que con el regreso de Estados Unidos al debate tengo bastante confianza en que las cosas puedan encaminarse bien. Y como veo en el gobierno del presidente Biden una posición muy firme y muy decidida".