Un equipo de expertos químicos siguió al líder político opositor ruso antes de la noticia de su envenenamiento con el letal agente infeccioso novichok. Lo llamativo de esta confesión es que se la ha hecho al propio Navalny, que se hizo pasar por uno de los jefes de este servicio de inteligencia ruso

21 de diciembre de 2020, 16:40 PM
21 de diciembre de 2020, 16:40 PM

El mayor opositor del gobierno de Vladimir Putin, Alexei Navalny, se hizo pasar por un funcionario del Consejo de Seguridad Nacional de Rusia en una “operación secreta” que buscaba desenmascarar a un grupo de agentes rusos tras atentar contra su vida usando el veneno novichok. 

¿Qué salió mal? ¿Por qué fracasó en Tomsk el plan (de envenenamiento)? Son algunas de las preguntas que el mismo Navalny hacía al agente Konstantin Kudryavtsev durante un interrogatorio telefónico que duró 45 minutos. El ruso se hizo pasar por un funcionario del consejo ruso para recoger la información del espía.

Kudryavtsev era miembro de un equipo de élite de toxinas de la unidad del Servicio Federal de Seguridad de Rusia (FSB, por sus siglas en inglés), y quien plantó el veneno novichok en la ropa interior de Navalny, según la información que recogieron hace una semana los equipos de investigación de CNN y Bellingcat.

Los grupos de investigación continuaban con la búsqueda de los rostros detrás del intento de envenenamiento de Navalny el 20 de agosto en Siberia, que lo llevó a una camilla de hospital. “Sé quienes quisieron asesinarme y recibieron sus órdenes directamente de Vladimir Putin”, dijo el opositor ruso en un video publicado en su canal de Youtube el lunes pasado.

El principal crítico de Putin, Alexei Navalny, de 44 años, viajaba en un vuelo hacia Moscú cuando sintió malestares físicos que llevaron al piloto de avión a descender de emergencia en la ciudad rusa de Omsk. Por el momento, Navalny sigue su recuperación en un lugar secreto de Alemania.

El político cuenta que, hasta hace “poco tiempo”, no reconocía a nadie y que no podía responder al médico que le ayudaba a recuperar el habla y expresarse cada mañana. “Me desesperaba porque entendía lo que quería el doctor, pero no sabía dónde encontrar las palabras”, describe.

¿CÓMO LO HIZO?

Navalny y su equipo, mediante un número telefónico encubierto como oficial, habían realizado varios intentos de llamadas sin éxito para obtener información de los entre seis y diez agentes de la FSB, espías del líder político por más de tres años. Apenas el político ruso se presentaba con nombre propio, los contactos colgaban rápidamente.

Por su parte, el equipo de CNN y Bellingcat también hacían llamadas para contactar a los líderes del operativo de envenenamiento. En una visita a la casa de Oleg Tayakin, uno de los identificados, este cerró la puerta de inmediato a CNN, mientras que los demás miembros de FSB no respondieron.

En una grabación entregada a CNN, Kudryavtsev se presenta preocupado al no percibir la comunicación mediante una línea segura, pero Navalny insistió con astucia y de forma brusca. “Todo esto se discutirá en el Consejo de Seguridad al más alto nivel”, afirmaba quien se hacia pasar por un jefe del consejo con el argumento de obtener información para realizar un informe sobre los hechos ocurridos en agosto.

Kudryavtsev también aseguró tratar de limpiar las pruebas del envenenamiento en Omsk, Siberia, después de la salida de Navalny del hospital, y reveló que le ordenaron aplicar el letal químico Novichok en los “calzoncillos (…) la entrepierna”. El espía había aplicado soluciones para que no quedaran rastros del veneno en las prendas.

Se utilizó la fórmula sólida del químico, mas no el líquido o gel, aseguró Kudryavtsev. “Según tengo entendido, agregamos un poco más (del veneno)”, confirmó quien se mostraba consternado tras orquestar un plan en el que “todo salió mal”.

El agente secreto dijo que, de no haber aterrizado en Omsk, la operación con el Novichok habría concluido con éxito. “Si no aterriza el avión, el efecto habría sido diferente y el resultado habría sido diferente. Así que creo que el avión jugó el papel decisivo”, se delató.

Era el trabajo para un especialista en armas químicas y biológicas, como Kudryavtsev, quien se había graduado de la Academia Rusa de Defensa Química y fue empleado del Centro 42 del Ministerio de Defensa de Rusia.