Tan pronto como el visitante ingresó al recinto de leopardos, fue atacado y sufrió heridas graves. La intención era dar una experiencia de encuentro cercano con el felino

11 de marzo de 2021, 14:09 PM
11 de marzo de 2021, 14:09 PM

El grupo ambientalista estadounidense Personas por el Trato Ético de los Animales (PETA, por sus siglas en inglés) solicitó al Gobierno estadounidense revocar la licencia a un "falso" santuario animal en Florida tras el ataque en 2020 de un leopardo a uno de sus visitantes dejándolo con una oreja a medio arrancar y parte del cuero cabelludo "colgando". 

Michelle Sinnott, directiva de PETA, urgió hoy al Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) "rescindir la licencia" de Michael Poggi, dueño del supuesto santuario en la ciudad de Davie, al norte de Miami, "antes de que alguien termine muerto".

PETA recordó a esa agencia federal que en agosto de 2020 Poggi permitió que una persona del público ingresara al recinto de un leopardo adulto "con el único propósito de participar en un encuentro de contacto directo con el animal".  Según el reporte, tan pronto como el visitante ingresó al recinto de leopardos, fue atacado y sufrió heridas graves.

"Los santuarios de buena reputación no ofrecen experiencias prácticas que asusten a los animales salvajes y dejen a los visitantes ensangrentados y de camino al hospital", agregó Sinnott, directora asociada de la Fundación PETA para el cumplimiento de la ley de animales cautivos. 

Por el llamado encuentro de "contacto total" con el felino, la víctima pagó $us 150 a Poggi, quien en febrero pasado se declaró culpable de dos violaciones de las leyes de vida silvestre de Florida, según el reporte de la prensa internacional.

En una carta al USDA, PETA insta a revocar la licencia federal de la Ley de Bienestar Animal (AWA) argumentando que una de las razones para hacerlo es la declaración de culpabilidad de Poggi. 

Tras el incidente, la Comisión de Conservación de Vida Silvestre y Pesca de Florida (FWC) presentó cargos criminales contra Poggi por dos violaciones de las leyes de vida silvestre de Florida que prohíben el contacto total con leopardos, que están clasificados como "vida silvestre extremadamente peligrosa". 

Poggi, quien se declaró culpable de ambos cargos, fue condenado a un año de libertad condicional y a pagar una multa a la FWC.