Un informe de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) detectó 66,5 nacimientos por cada 1.000 jóvenes entre 15 y 19 años, solo superados por África subsahariana. Bolivia y Venezuela figuran en los primeros lugares en Sudamérica

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1 de marzo de 2018, 4:00 AM
1 de marzo de 2018, 4:00 AM

América Latina y el Caribe es la segunda región del mundo con la tasa más alta de embarazos adolescentes, con 66,5 nacimientos por cada 1.000 chicas de entre 15 y 19 años, solo superada por África subsahariana.

Así lo indica un informe publicado ayer por la Organización Panamericana de la Salud (OPS), el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) y el Fondo de Población de las Naciones Unidas (Unfpa).

La mayoría de los países con las tasas más elevadas de fecundidad adolescente en la región están en América Central, encabezados por Guatemala, Nicaragua y Panamá.

En el Caribe, son República Dominicana y Guyana los que tienen los índices más elevados; y en América del Sur, Bolivia y Venezuela registran las mayores tasas.

La tasa de natalidad en mujeres entre 15 y 19 años en Bolivia es de 116 por cada 1.000, uno de los más altos de la región, según datos del Fondo de las Naciones Unidas para la Población (Unfpa, por sus siglas en inglés).

La tasa mundial se estima en 46 nacimientos por cada 1.000 chicas de entre 15 y 19 años. Cada año quedan embarazadas en el mundo 16 millones de adolescentes de esas edades y dos millones menores de 15 años.

América Latina y el Caribe es la única región del mundo con una tendencia ascendente de embarazos en chicas menores de 15 años, según este estudio.

Se estima que, cada año, un 15% de todos los embarazos de la región son de menores de 20 años y dos millones de niños nacen de madres con edades entre los 15 y los 19 años.

Aunque en los últimos 30 años la tasa de fecundidad total ha disminuido significativamente en la región, las cifras entre adolescentes solo se han reducido ligeramente.

La tasa de fecundidad (número de nacimientos por 1.000 mujeres) descendió en la mayor parte de los grupos de edad en mujeres adultas hasta la mitad o menos que en el periodo 1980-1985, pero las cifras entre las adolescentes disminuyeron de manera más lenta (de 88,2 a 66,5).
Las tasas de fertilidad en adolescentes siguen siendo altas.

Poblaciones afectadas

Afectan principalmente a las poblaciones que viven en condiciones de vulnerabilidad y muestran las desigualdades entre y dentro de los países", indicó la directora de la OPS, Carissa F. Etienne.

“El embarazo en la adolescencia puede tener un profundo efecto en la salud de las niñas durante su curso de vida. No solo obstaculiza su desarrollo sicosocial, sino que se asocia con resultados deficientes en la salud y con un mayor riesgo de muerte materna”, indica.

La mortalidad materna es una de las principales causas de muerte en las adolescentes y jóvenes de 15 a 24 años en la región.

En 2014, fallecieron cerca de 1.900 adolescentes y jóvenes como resultado de problemas de salud durante el embarazo, el parto y el posparto.
A escala global, el riesgo de muerte materna se duplica en las embarazadas menores de 15 años en países de ingreso bajo y mediano. Las muertes perinatales (que preceden o siguen inmediatamente al nacimiento) son un 50% más altas entre los hijos de madres menores de 20 años comparado con los nacidos de madres de 20 a 29 años.

El caso boliviano

Un informe de la BBC Mundo alerta que Bolivia es, por amplio margen, “el país de toda la región donde más embarazos adolescentes se producen”.

No se trata solamente de un problema de falta de información y educación sexual para adolescentes, o de poco acceso a métodos anticonceptivos.

Según el estudio del medio británico, las estadísticas señalan que “las menores cada vez están más expuestas a ser víctimas de trata de personas con fines de explotación sexual, violencia de género, violaciones, secuestros y otros delitos que agudizan el problema del embarazo adolescente en Bolivia y el resto de la región”.

Guatemala conmemora con dolor un año del incendio que mató a 41 niñas y adolescentes

Casi un año después de la tragedia que se cobró la vida de 41 niñas y adolescentes en un hogar estatal de Guatemala, la representante de ONU Mujeres, Adriana Quiñones, dijo que esa “tragedia” es una fotografía de la realidad que viven a diario las féminas en el país.

“Para nosotros es como una fotografía de la situación de muchas niñas y mujeres”, dijo la oficial en un encuentro con la prensa en el que aseveró que cuando se empiezan a ver las “cadenas de violencia, exclusión y discriminación” se observa la falta de herramientas para proteger a este colectivo vulnerable.

El próximo 8 de marzo se cumplirá un año desde que un incendio se cobró la vida de 41 menores y dejó otras 15 heridas en el Hogar Seguro Virgen de la Asunción, un fuego que ellas mismas originaron para protestar contra la violencia física y psíquica que sufrían.