Los siniestros en Brasil y Bolivia afectan a otros países de la región

19 de septiembre de 2024, 22:33 PM
19 de septiembre de 2024, 22:33 PM

La Sociedad Argentina de Medicina, la Sociedad Cruceña de Medicina Interna y el Foro Internacional de Medicina Interna, sugieren acciones individuales y colectivas para evitar mayores impactos en la salud humana, debido a los índices de contaminación. 

A través de un documento que comienza indicando que "estamos ente una crisis ambiental en Sudamérica, ocasionada por los incendios forestales que afectan fundamentalmente Brasil y Bolivia, expendiendo sus efectos sobre Argentina, Paraguay y Uruguay. Argentina al ser un país tan extenso presenta riesgo de incendios forestales todo el año según la zona (especialmente octubre a diciembre)".

De acuerdo a la sugerencia de las instituciones "es necesario reconocer que la acción colectiva para abordar los incendios forestales no debe terminar una vez extinguidos. Las estrategias de recuperación y restauración de los ecosistemas afectados deben ser inclusivas y sostenibles, priorizando la reforestación con especies nativas y la rehabilitación de suelos y recursos hídricos. Asimismo, la promoción de la educación ambiental en las comunidades afectadas ayuda a fortalecer la resiliencia y a empoderar a la ciudadanía en la prevención de futuros incendios".

En términos de prevención, es esencial fomentar la educación y concienciación de la población sobre el riesgo de incendios forestales. Campañas de información sobre la importancia de mantener áreas seguras alrededor de las viviendas, la prohibición de quemas no controladas y la necesidad de denunciar focos de incendio temprano pueden ayudar a reducir el riesgo.

Además, se deben promover prácticas agrícolas y forestales sostenibles, con un manejo adecuado del suelo y de los residuos orgánicos que, de lo contrario, podrían convertirse en combustible para incendios.

La tarea de prevenir y enfrentar incendios forestales es una responsabilidad compartida que solo puede ser efectiva si se aborda de manera colectiva. La incidencia, la abogacía y la acción comunitaria son claves no solo para proteger el medio ambiente, sino también para garantizar un futuro más seguro y sostenible para todos.

Asimismo, recomiendan la creación de brigadas comunitarias debe contemplar sus estrategias de capacitación y garantizar que estén bien equipadas para actuar en los primeros momentos, así como la organización de planes de evacuación bien definidos. 

Estos planes, combinados con sistemas de alerta temprana, pueden marcar la diferencia entre un desastre contenido y una tragedia. El uso de tecnologías accesibles, como aplicaciones móviles o sistemas de mensajería masiva, facilita la comunicación rápida y efectiva en momentos críticos.

"Como dijimos, la capacitación y equipamiento adecuado de brigadas locales es crucial para una respuesta inmediata eficaz. Estas brigadas pueden ser voluntarias y estar preparadas para actuar en los primeros momentos de un incendio, cuando la acción rápida es vital para evitar que se descontrole. Una vez controlados los incendios, las estrategias colectivas deben continuar enfocándose en la recuperación de los ecosistemas afectados", remarca el documento. 

Para ellos, la reforestación con especies nativas, la restauración de suelos y la protección de cuencas hídricas son esenciales para garantizar que los bosques y áreas verdes se regeneren. A nivel social, es importante que las comunidades reciban apoyo psicológico y económico para reconstruir sus vidas, lo que refuerza la resiliencia ante futuros incendios.

Estas estrategias deben ser flexibles y adaptarse a las características locales, pero siempre desde un enfoque inclusivo y participativo, en el que la comunidad se sienta empoderada para tomar decisiones. La organización colectiva no solo incrementa la capacidad de respuesta, sino que también fortalece los lazos comunitarios y promueve una gestión ambiental más equitativa y sostenible.

Es más, si en caso la gente se encuentra en una zona afectada por el humo sugieren: reducir la exposición al humo. Mantenga las puertas y las ventanas cerradas. Si tiene aire acondicionado, enciéndalo cerrando la entrada de aire exterior, y mantenga el filtro limpio para evitar que entre el humo.

Asimismo, mantener la buena calidad del aire interior. No aumente la contaminación del aire de adentro de la casa. No fume tabaco ni ningún otro producto, ya que con ello aumentará la contaminación del aire. No utilice velas ni chimeneas ni quemadores de ningún tipo en interiores para iluminar o calefaccionar, sobre todo si las concentraciones de humo son altas. Considere el riesgo de incendio y de intoxicación por monóxido de carbono ya que tendrá las ventanas cerradas. 

"Evitar la aspiradora porque esto mueve las partículas que ya hay en su casa. Si tiene asma u otra enfermedad pulmonar o cardiovascular, tome sus medicamentos, tenga un kit de emergencias consensuado con su médico y llámelo si sus síntomas se agravan", reza el documento.

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