Empero, la ciudad está acostumbrada a irrupciones violentas de las fuerzas de seguridad en comunidades pobres, con población mayoritariamente de color

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7 de mayo de 2021, 18:40 PM
7 de mayo de 2021, 18:40 PM

elurbano.news/AFP

El secretario de la Policía Civil de Río de Janeiro, Allan Turnowski, confirmó este viernes que aumentó a 27 el número de víctimas fatales tras la operación policial más letal realizada en una favela de Río de Janeiro.

"Ya no son 24 muertos, son 27 muertos", informó Turnowski en entrevista con Brasil Urgente. El funcionario detalló que del total de víctimas, 26 eran presuntos criminales y una era un agente policial.

El jueves se realizó una operación policial contra presuntos narcotraficantes en Jacarezinho, una favela en la zona norte de la ciudad en donde residen unas 38.000 personas y que está controlada por el ‘Comando Vermelho’, una de las mayores organizaciones de narcotraficantes del país.

En un principio, se informó sobre el fallecimiento de 24 civiles y un agente policial. No obstante, el saldo de víctimas fatales ascendió a 27. 

Pese a que se habló de un presunto enfrentamiento entre narcotraficantes y uniformados, el juez Edson Fachin, del Supremo Tribunal Federal (STF), señaló este viernes que los hechos ocurridos parecen graves y que "hay indicios de actos que, en teoría, podrían constituir una ejecución arbitraria".

Según un estudio publicado por Geni, un grupo de investigación de la Universidad Federal Fluminense, entre junio de 2020 y febrero de 2021, la Policía mató a 685 personas en este estado. El 85 % de las muertes ocurrieron en la zona metropolitana de Río de Janeiro.

Avalancha de críticas

"¡Dejen de matarnos!", decía una pancarta al frente de una marcha de centenas de personas que se dirigió desde la favela Jacarezinho, donde el jueves se produjo la tragedia, hasta el cuartel general de la policía.

"Esta ha sido una de las acciones más salvajes de la policía de Rio", dijo el estudiante Roger Denis, que participó en el cortejo. "Estamos pidiendo justicia, por una masacre injustificable" agregó.

Según grupos de derechos humanos, se trató de la operación policial más letal en la historia de la ciudad, acostumbrada sin embargo a irrupciones violentas de las fuerzas de seguridad en comunidades pobres, con población mayoritariamente de color.