El joven de 30 años, que se ganaba la vida imitando a su ídolo Michael Jackson en las calles y el metro de la Gran Manzana, murió asfixiado por el exmarine Daniel Penny, que le inmovilizó con una llave de artes marciales

19 de mayo de 2023, 17:40 PM
19 de mayo de 2023, 17:40 PM

"Estaba pidiendo ayuda a gritos". Casi tres semanas después de su muerte asfixiado por un pasajero en el metro de Nueva York, el afroamericano Jordan Neely fue despedido este viernes por familiares y amigos en un emotivo funeral en Harlem, convertido en un clamor por justicia.

El padre, los abuelos maternos, tías y tíos, fueron los últimos en despedirse de Neely, cuyo cuerpo estuvo expuesto antes de la misa en un féretro blanco, con una rosa roja entre las manos, en la Iglesia Baptista Mount Neboh de Harlem.

Su padre Andre Zachery estuvo largo rato frente al cadáver de su hijo, tocándole las manos y despidiéndose de él con un beso en la frente. Después, los operarios cerraron el féretro y colocaron una gran corona de flores blancas y rojas encima durante la misa.

El joven de 30 años, que se ganaba la vida imitando a su ídolo Michael Jackson en las calles y el metro de la Gran Manzana, murió asfixiado por el exmarine de 24 años Daniel Penny, que le inmovilizó con una llave de artes marciales, poco después de irrumpir en el metro el pasado 1 de mayo gritando que tenía hambre y sed.

La muerte de Neely ha puesto de relieve los problemas de salud mental que sufren muchas personas sin techo, el miedo y la inseguridad, en particular en el metro, y la desigualdad socioeconómica de la metrópolis de 8,5 millones de habitantes. Y hasta el sesgo racial de la justicia.

- Asfixiado toda su vida -
En su homilía, el reverendo Al Sharpton, fundador de la organización National Action Network en 1991 para defender los derechos civiles y una justicia igual para todos, que ha costeado los gastos del funeral y el entierro de Neely, arremetió contra la política social de Nueva York, el templo del capitalismo.

"La parte triste, la parte enferma es que Jordan ha estado asfixiado la mayor parte de su vida", dijo Sharpton.

"Jordan estaba pidiendo ayuda a gritos", subrayó, antes de recordar que "la gente con problemas mentales (...) está criminalizada. Necesitan ayuda, no abuso", agregó en medio de los aplausos del numeroso público que convirtió la ceremonia en un clamor por justicia.

"Sin justicia no hay paz", coreaban los asistentes, entre los que se encontraba la congresista demócrata de izquierda por Nueva York Alexandria Ocasio-Cortez, una de las primeras voces en pedir que se inculpara a Daniel Penny, quien tras ser interrogado tras la muerte de Neely, había quedado inicialmente en libertad sin cargos.

Ante el clamor de muchas organizaciones de defensa de derechos humanos y agrupaciones políticas de izquierda, la justicia neoyorquina inculpó a Penny el pasado 12 de mayo de homicidio involuntario en segundo grado. Quedó en libertad tras abonar una fianza de 100.000 dólares.

Una campaña lanzada para buscar fondos para su defensa llevaba recaudados este viernes más de 2,6 millones de dólares.

En su homilía, Sharpton también arremetió contra el gobernador conservador de Florida, Ron DeSantis, -de quien se espera que se presente a las primarias por el partido republicano para las elecciones presidenciales de 2024 a las que también aspira Donald Trump-, quien calificó a Penny de un "buen samaritano".

"El buen samaritano ayuda a los que tienen problemas, no le asfixian", zanjó el reverendo de verbo fácil e inflamado.

Neely, que perdió a su madre asesinada brutalmente cuando tenía 13 años, tenía un historial de problemas mentales y numerosas detenciones policiales.

Tras años de práctica, a los 18 años, sus imitaciones del baile de Michael Jackson las convirtió en una forma de ganarse la vida.

"Actuó frente a miles de personas en las calles de Nueva York y en el metro donde era bien conocido y amado", reza el folleto distribuido a los asistentes con el programa de los funerales y fotografías de diferentes etapas de su vida en que muestran a un joven como cualquier otro.