Tras el duro golpe, Johnson anunció que pedirá elecciones anticipadas. La mayoría parlamentaria rechaza que se aplique una salida no negociada de la Unión Europea

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3 de septiembre de 2019, 17:34 PM
3 de septiembre de 2019, 17:34 PM

La oposición británica y los rebeldes del gubernamental Partido Conservador contrarios a un Brexit sin acuerdo asestaron el martes un duro revés al primer ministro Boris Johnson, quien anunció inmediatamente que solicitará elecciones legislativas anticipadas. 

Por 328 votos contra 301, los parlamentarios decidieron arrebatar al gobierno el control de la agenda parlamentaria para votar una ley que lo obligue a pedir un aplazamiento del Brexit. Como reacción, Johnson presentará de inmediato una moción para pedir comicios generales.

"Yo no quiero unas elecciones, pero si los diputados votan mañana para forzar otro retraso inútil del 'brexit', entonces ese será el único modo de resolver esto", afirmó Johnson después de que los diputados arrebataran al Gobierno el control de la agenda parlamentaria. 

La "última oportunidad"

"Esta Cámara tiene una última oportunidad para evitar que este gobierno pisotee los derechos constitucionales y democráticos del país", afirmó el líder de la oposición, el laborista Jeremy Corbyn. 

Con pancartas que decían "Paren el golpe de Estado" y "Defiendan nuestro parlamento", varios cientos de manifestantes protestaban frente al Palacio de Westminster.

"Es bastante asqueroso lo que está haciendo el gobierno. No creo que estén escuchando a la gente", dijo Rachel Power, que protestaba con sus dos perros, uno cubierto con una bandera europea y el otro con la británica.

Pérdidas

Frente a la inestabilidad política, la libra esterlina cayó a su nivel más bajo desde hace tres años. La divisa británica perdió casi el 20% desde el referéndum sobre el Brexit de junio de 2016 -en que el 52% votó por salir de la UE- y 2,4% en la última semana.

Un estudio de la Conferencia de Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (CNUCYD) afirmó este martes que un Brexit sin acuerdo costaría a los británicos 16.000 millones de dólares (14.600 millones de euros) en exportaciones hacia la UE y miles de millones más hacia otros países.

La batalla se libraba también en los tribunales: una corte en Edimburgo y otra en Belfast comenzaron a estudiar sendas demandas contra la suspensión parlamentaria. Una tercera será analizada el jueves en Londres.