Las bolsas de Milán, Londres, Frankfurt, París y Madrid cayeron por la incertidumbre. David Cameron pide al Parlamento aceptar el resultado del Brexit

El Deber logo
27 de junio de 2016, 7:17 AM
27 de junio de 2016, 7:17 AM



El terremoto del Brexit no para. El cúmulo de incertidumbres que rodea la salida del Reino Unido de la Unión Europea siguió este lunes amargando la vida a los mercados, y pasando factura en especial a la libra esterlina y a los valores bancarios.

"Los índices europeos vuelven a pasarlo mal" tras el pánico que generó el Brexit en los mercados el viernes pasado. "Están arrastrados por el sector bancario", en un contexto " de "alto nivel de incertidumbre", según la sociedad de corretaje Aurel BGC.

"La decisión del pueblo británico sume a los mercados mundiales en una zona de gran incertidumbre, Entramos en territorio desconocido", coinciden los economistas de Groupama AM.

Las principales bolsas europeas --que el viernes se hundieron, recordando lo peor de la crisis de 2008-- volvieron a operar el lunes en terreno claramente negativo.

Al cierre de las sesiones, Londres retrocedió 2,55%, Fráncfort cedió 3,02% y París bajó 2,97%, mientras que Milán caía 3,94% y Madrid se dejaba un 1,83%, tras una fuerte subida a la apertura del 3%, después de la victoria del gobernante Partido Popular en las legislativas del domingo.

En la plaza de Londres, las cotizaciones de importantes valores bancarios, inmobiliarios y de aerolíneas se desplomaron, como consecuencia del Brexit. Barclays, por ejemplo, cayó un 17,35%.

Por su lado, también Wall Street inició la jornada del lunes en baja, igualmente afectado por el Brexit: el Dow Jones perdía 0,90% y el Nasdaq 093% al iniciarse la sesión.


Crisis en el Reino Unido

El primer ministro británico, David Cameron, dijo hoy en el Parlamento que, si bien el Reino Unido dejará la Unión Europea (UE), no le dará la espalda a Europa.

En su primera declaración en la Cámara de los Comunes sobre el referéndum de la UE, Cameron subrayó que hay que respetar la decisión "soberana" del pueblo británico, si bien admitió que las negociaciones que hay por delante son "complejas" y "difíciles".

El Gobierno británico aseguró el lunes que el país está preparado para soportar el impacto económico del denominado Brexit (salida del Reino Unido de la Unión Europea), en un intento de calmar a las bolsas y a las miles de empresas que plantean irse del país.

La canciller alemana, Angela Merkel, se reúne hoy en Berlín con el presidente francés, François Hollande, y el primer ministro italiano, Matteo Renzi, para acordar una postura frente a las consecuencias del Brexit.

La libra esterlina volvió a bajar hoy en el mercado de Londres tras el "brexit" al retroceder más de un 2% frente al dólar y más de un 1% ante el euro.

A media mañana, la libra caía el 2,17% ante el dólar y cotizaba a 1,336 dólares y perdía el 1,64% frente al euro hasta 1,211 euros, debido a la incertidumbre creada por la decisión del Reino Unido de votar a favor de la salida de la UE en el referéndum del jueves.

En el plano político, el Parlamento se reunirá por primera vez tras la decisión de los británicos de abandonar la Unión Europea.

Desde el explosivo resultado del referéndum ha estallado una guerra civil dentro los partidos conservador y laborista, particularmente en este último, con una revuelta contra el líder, Jeremy Corbyn.

"Hoy quiero asegurar al pueblo británico y a la comunidad mundial que el Reino Unido está preparado para afrontar lo que nos depare el futuro desde una posición de fuerza", dijo el ministro de Finanzas, George Osborne, en un discurso en la sede del Tesoro británico.

"El Reino Unido es la más fuerte de las grandes economías avanzadas del mundo", aseguró, citando el crecimiento robusto, el bajo desempleo, la alta capitalización de los bancos y la reducción del déficit presupuestario.

El mensaje fue difundido poco antes de la apertura de las bolsas, que respondieron con nuevas caídas en su segunda jornada de actividad tras el referéndum.

La bolsa de Londres abrió con una caída de más de 1%, y un hundimiento, con caídas en torno al 15%, de las acciones de bancos, aerolíneas y empresas inmobiliarias.

Además, un sondeo reveló que una quinta parte de las empresas británicas está considerando abandonar total o parcialmente el Reino Unido y una cuarta se plantea congelar las inversiones porque creen que "el Brexit será malo para ellas", dijo Simon Walker, del Instituto de Directivos (IoD), autor de la encuesta.

Por su parte la directora general de mayor organización patronal británica (CBI), Carolyn Fairbairn, explicó en una tribuna en el diario Times que el impacto de la decisión en el Brexit "no debe ser subestimado".

"El gobierno debe actuar con urgencia para minimizar la incertidumbre que pesa sobre las decisiones de inversión, que frena a su vez la creación de empleos", dijo Fairbairn.

El huevo y la gallina del artículo 50

Osborne dijo que el país no tiene prisa en activar el artículo 50 del Tratado de Lisboa, mediante el cual un Estado miembro de la UE inicia su salida del bloque.

La calma de Londres contrasta con las prisas de sus socios europeos, que quieren dar por zanjada esta historia. La discusión se está convirtiendo en el argumento de la gallina y el huevo: la UE no quiere abrir negociaciones con Londres hasta que no active el artículo, y Londres no quiere activarlo hasta haber negociado su futuro.

Los mandatarios europeos se reúnen el martes y miércoles, incluido el dimisionario primer ministro David Cameron.

"Sólo el Reino Unido puede activar el artículo 50. En mi opinión, debemos hacerlo cuando tengamos una visión clara de los nuevos acuerdos con nuestros vecinos europeos" explicó Osborne.

En la misma línea se manifestó el conservador Boris Johnson, líder de la campaña Brexit y el mejor posicionado para sustituir a Cameron.

"El único cambio" en la vida de los británicos, "y no hay gran prisa, es que el Reino Unido se separará del opaco y gigantesco sistema legislativo de la Unión Europea", escribió en un artículo publicado en el Daily Telegraph.

Jornada de cuchillos largos en Wesminster

El Parlamento se reunirá este lunes en una jornada dominada por la sucesión de Cameron y la revuelta contra Corbyn.

El Comité 1922, que reúne a un grupo de diputados conservadores, empezará a trabajar en la sucesión del primer ministro, concretamente en la elección de los dos candidatos entre los que tendrán que elegir los militantes conservadores.

En el Partido Laborista, 12 portavoces presentaron su dimisión en protesta por la destitución de Hilary Benn, el responsable de Exteriores, que buscaba apoyos para exigir la renuncia a Corbyn.

Este lunes, los diputados laboristas debatirán una moción de censura a su líder, que, de prosperar, sería sometida al voto de los afiliados, más partidarios de Corbyn que sus compañeros de Parlamento.

A Corbyn le reprochan no haber sabido o no haber querido convencer al núcleo duro del electorado obrero del "Labour" de seguir en la UE. Un 37% de los laboristas votaron por el Brexit, desafiando la línea oficial del partido.

Hay además dudas sobre su capacidad de llevar al partido a una victoria en las próximas elecciones legislativas, que deben en principio celebrarse en 2020.

Corbyn replicó que está listo para dar la batalla.

"Fuí elegido por centenares de miles de miembros del partido laborista y simpatizantes", recordó en un comunicado.