El jefe de la diplomacia de la Unión Europea, Josep Borrell, dijo sentirse "conmocionado" por el asesinato del presidente de Haití, Jovenel Moise, y su esposa, Martine Marie Etienne Joseph, además de alertar sobre el riesgo de desestabilización y una espiral de violencia en ese país.

"Este crimen presenta un riesgo de inestabilidad y una espiral de violencia. Los autores de este asesinato deben ser llevados a la justicia", apuntó Borrell en Twitter, donde recordó que mantuvo un contacto por el mandatario haitiano tres semanas atrás.

El primer ministro británico Boris Johnson denunció, a través de su cuenta en Twitter, que este crimen representa un “acto odioso”, además expresó estar "conmocionado y entristecido por la muerte del presidente Moise y llamo a la calma", agregó, presentando sus condolencias a la familia del mandatario y al pueblo haitiano.

La Casa Blanca, a través de su secretaria de prensa, calificó de "horrible" el asesinato y dijo que Estados Unidos está dispuesto a ayudar en la investigación.

 "Ayudaremos de cualquier manera al pueblo de Haití, al gobierno de Haití si hay una investigación", dijo la responsable de este departamento, Jen Psaki.

El ministro de Relaciones Exteriores de Francia, Jean-Yves Le Drian, por medio de un comunicado condenó el hecho y pidió "esclarecer las circunstancias de este crimen que se produce en un clima político y de seguridad muy deteriorado", dijo.