El país asiático considera "insensato" el despliegue de la marina estadounidense junto a la península coreana. Donald Trump dijo que está dispuesto a resolver el problema norcoreano, incluso, sin China

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11 de abril de 2017, 12:49 PM
11 de abril de 2017, 12:49 PM

El presidente estadounidense, Donald Trump, instó este martes a China a colaborar para "solucionar el problema de Corea del Norte", pero remarcó que su Gobierno está dispuesto a resolver la cuestión sin la ayuda de Pekín.

"Corea del Norte está buscando problemas. Si China decide ayudar, eso sería muy bueno. Si no, solucionaremos el problema sin ellos", indicó Trump en su cuenta de Twitter en referencia a los repetidos lanzamientos de misiles balísticos por parte de Pyongyang.

El envío por parte de Washington de un portaaviones y su escolta hacia la zona "viene a probar que los movimientos insensatos de Estados Unidos para invadir la República Democrática Popular de Corea han alcanzado una fase grave", dijo un portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores según la agencia oficial KCNA, en el primer comentario de Pyongyang desde la maniobra estadounidense el domingo.

Menos de 48 horas después de bombardear Siria, el presidente estadounidense Donald Trump lanzaba lo que ha sido interpretado como una advertencia a Corea del Norte. El grupo aeronaval estadounidense, que incluye el portaaviones USS Carl Vinson, dos destructores de misiles guiados y un crucero de misiles guiados, canceló una escala programada en Australia y puso rumbo al Océano Pacífico occidental desde Singapur, en una demostración de fuerza ante las crecientes amenazas del régimen norcoreano.

"La República Democrática Popular de Corea está preparada para reaccionar a cualquier forma de guerra deseada por Estados Unidos", afirmó el portavoz del ministerio de Exteriores norcoreano según KCNA.

"Tomaremos las medidas (...) más severas contra los provocadores para defendernos con la poderosa fuerza de las armas", agregó.

¿Sexto ensayo?

Las especulaciones sobre un inminente ensayo nuclear crecen según se acerca el próximo sábado, día del 105 aniversario del nacimiento del líder fundador de la república norcoreana, y que en ocasiones se celebra con una demostración militar.

El primer ministro sucoreano y presidente interino alertó este martes sobre el riesgo de una "grave provocación" del Norte, que también podría ocurrir el 25 de abril, durante el aniversario de la creación de su ejército.   "Cabe la posibilidad de que el Norte incurra en provocaciones más graves, como un nuevo ensayo nuclear, para celebrar distintos aniversarios", declaró Hwang Kyo-ahn durante una reunión del Gobierno.  

Las tensiones coinciden este martes con una sesión de la asamblea legislativa norcoreana, que se reúne un o dos veces al año para votar el presupuesto del Estado y ratificar las decisiones tomadas por el partido único de Corea del Norte.   Pyongyang busca desarrollar un misil de largo alcance capaz de llegar a Estados Unidos con una cabeza nuclear y hasta ahora ha llevado a cabo cinco ensayos nucleares, dos de ellos el año pasado.

El análisis de imágenes satélite sugiere que podría estar preparando un sexto, mientras la inteligencia estadounidense advierte que el régimen podría estar a menos de dos años conseguir la capacidad de atacar el continente norteamericano.

Al mismo tiempo, Seúl y Washington están llevando a cabo entrenamientos militares conjuntos, un ejercicio anual que es visto por el Norte como una preparación para la guerra.

El mayor responsable de Corea del Sur sobre asuntos nucleares dijo el lunes tras entrevistarse con su homólogo chino que ambos países habían acordado "endurecer" las medidas para castigar a Pyongyang si llevaba a cabo otro ensayo.

La conversación tuvo lugar poco después de que Trump recibiera al líder chino Xi Jinping para una cumbre en la que presionó a Pekín para que frene las ambiciones nucleares de los norcoreanos.   "Estamos preparados para seguir nuestro propio camino si China no es capaz de coordinarse con nosotros", advirtió el secretario de Estado estadounidense, Rex Tillerson, tras la cumbre.