Los líderes de las potencias económicas occidentales anunciaron un embargo sobre el oro extraído en Rusia. Contrarrestarán el avance de China con $us 600.000 millones hasta 2027 para financiar infraestructuras

27 de junio de 2022, 4:00 AM
27 de junio de 2022, 4:00 AM


Los líderes de los países del G7 anunciaron nuevas sanciones contra Rusia y llamaron a la unidad del grupo, en el primer día de una cumbre que se celebra en Alemania ampliamente consagrada a la guerra en Ucrania.

“Juntos, el G7 anunciará que prohibiremos el oro ruso, una de las principales fuentes de exportación, lo que privará a Rusia de miles de millones de dólares”, tuiteó el presidente estadounidense Joe Biden.

A la espera de un anuncio colectivo al final de la reunión el martes, Estados Unidos, Reino Unido, Canadá y Japón se adelantaron y anunciaron un embargo sobre el oro recién extraído en Rusia.

“Estas medidas golpearán directamente a los oligarcas rusos e impactarán en el centro de la maquinaria de guerra de Putin”, declaró el primer ministro británico Boris Johnson.

Rusia es un importante productor de oro cuyas exportaciones representaron cerca de $us 15.500 millones en 2021, según Downing Street.

Los líderes de las mayores potencias económicas occidentales -Estados Unidos, Canadá, Japón, Alemania, Francia, Italia, Reino Unido- se reúnen durante tres días en el castillo bávaro de Elmau.

El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, participará en la cumbre de manera telemática este lunes.

Riesgo de “cansancio”

Los países occidentales han castigado a Rusia con sanciones económicas de una rara dureza, sin aparentemente amilanar al presidente ruso, Vladimir Putin, que sube constantemente la apuesta en una guerra de la que no se avizora el fin.

El Gobierno ucraniano considera que las sanciones no son suficientes y pide castigar aún más a Rusia, que volvió a bombardear la capital ucraniana ayer. Un acto que Biden calificó de “barbarie”.

El dirigente estadounidense hizo un llamado a la unidad del G7 y de la OTAN ante la ofensiva de Moscú.

Vladimir Putin esperaba “que, de una forma u otra, la OTAN y el G7 se dividieran”, dijo Biden. “Pero no lo hemos hecho y no lo haremos”, agregó.

El primer ministro británico, Boris Johnson, advirtió sin embargo del riesgo de “cansancio” en los países occidentales.
El anfitrión de la Cumbre, el canciller alemán, Olaf Scholz, también alabó la unidad de los aliados, algo que “Putin no se esperaba” e instó a los países a “compartir la responsabilidad” de hacer frente a los desafíos crecientes que plantea el conflicto.

Preocupación por China

Más allá de la actual coyuntura de tensiones con Rusia, los países occidentales miran con preocupación a China, que se perfila como un rival sistémico.

El G7 desea contrarrestar al gigante asiático y sus “Nuevas Rutas de la Seda” invirtiendo masivamente en infraestructuras de los países de África, Asia y América Latina.

En este sentido, el G7 anunció la puesta en marcha de un gran programa de inversiones, con el fin de movilizar $us 600.000 millones hasta 2027, para financiar infraestructuras en países en desarrollo.

El G7 “se dio como ambición hacer en el mundo una mejor oferta en materia de inversión en las infraestructuras”, subrayó el canciller alemán, quien presentó el proyecto, llamado “Asociación Mundial para las Infraestructuras”, junto a Biden.

Las sesiones de la Cumbre serán completadas por reuniones bilaterales entre mandatarios.