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Diplomático que ayudó a Pinto a salir de Bolivia ocupará un alto cargo
Eduardo Saboia fue nombrado este martes como el nuevo jefe de Gabinete de Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil

Eduardo Saboia, el diplomático brasileño que generó una crisis con Bolivia al ayudar a huir al senador opositor boliviano Roger Pinto Molina, quien recibió refugio en Brasil tras alegar persecución política en su país, fue nombrado este martes jefe de Gabinete del Ministerio de Relaciones Exteriores.
Saboia acompañará al nuevo canciller brasileño, Aloizio Nunes, según un escueto decreto del ministro de la Presidencia, Eliseu Padilha, publicado este martes en el Diario Oficial de la Unión.
El nombramiento representa un nuevo ascenso para el diplomático que llegó a ser sancionado con 20 días de suspensión por un gesto que él calificó como "humanitario" y que en la época provocó la destitución del entonces canciller brasileño, Antonio Patriota.
Nunes, en la época opositor al Gobierno de la presidenta Dilma Rousseff y un reconocido antibolivariano, defendió en su momento la iniciativa de Saboia pese a la crisis diplomática que generó en 2013 con el Gobierno del presidente Evo Morales.
Tras la destitución de Rousseff en agosto pasado por violaciones a las leyes fiscales y su sustitución por el presidente Michel Temer, el diplomático que había sido sancionado y ejercía cargos de poco peso fue promovido al nivel de ministro de primera clase, el máximo escalón en la carrera diplomática.
Después del incidente diplomático, Saboia fue sometido a un proceso disciplinario interno por ruptura de la jerarquía, ya que ayudó en la fuga del parlamentario boliviano sin autorización ni conocimiento del Gobierno brasileño.
Sin cargos en la Cancillería, el diplomático aceptó entonces trabajar como asistente de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado, entonces presidida por Aloysio Nunes.
Saboia ayudó a salir de Bolivia a Roger Pinto, que permaneció alojado durante 445 días, desde el 28 de mayo de 2012, en la embajada de Brasil en La Paz, en donde esperaba que el Gobierno brasileño le concediera asilo político.
El diplomático, entonces encargado de negocios de la embajada de Brasil en La Paz, embarcó a Pinto Molina en un automóvil oficial de la embajada que lo condujo, escoltado por soldados brasileños, hasta la fronteriza ciudad de Corumbá, a la que llegó en agosto de 2013 sin que el Gobierno boliviano hubiera expedido el debido salvoconducto de salida.
La crisis generada por la ayuda de un diplomático brasileño a un opositor del Gobierno de Evo Morales que era acusado de supuesta corrupción en su país obligó a la entonces presidenta brasileña a destituir a su canciller.