Quería matar al cirujano, al que culpaba del dolor que sufría tras operación. Cinco heridos en balacera en cementerio

3 de junio de 2022, 4:00 AM
3 de junio de 2022, 4:00 AM


Un hombre armado mató a cuatro personas el miércoles en un recinto hospitalario en Tulsa, Oklahoma, informó la Policía, un nuevo tiroteo que conmociona a Estados Unidos todavía sacudido por la matanza en una escuela en Texas la semana pasada.

El sospechoso, que estaba armado con un rifle y un arma corta, murió en el tiroteo ocurrido en el complejo del hospital Saint Francis de Tulsa, indicó la Policía.

“Tenemos cuatro civiles muertos, tenemos al tirador muerto, y creemos que se suicidó”, dijo el jefe adjunto del departamento de Policía de Tulsa, Eric Dalgleish.

El agente indicó que agentes policiales respondieron inmediatamente tras los llamados de emergencia que advirtieron de la irrupción de un tirador en el segundo piso de una clínica adyacente al hospital.

La Policía “escuchó disparos en el edificio” al llegar al lugar, indicó Dalgleish, señalando que los agentes registraron el edificio piso por piso y cuarto por cuarto para despejar el sitio mientras el tiroteo se consideraba todavía activo.

Previamente, el capitán de policía Richard Meulenberg dijo que los agentes describieron la escena como “catastrófica”, con “varias” personas baleadas con “múltiples heridas”.

No estaba claro cuántas personas resultaron heridas.
Dalgleish señaló que el asalto, desde el momento de los llamados de emergencia hasta la intervención de los agentes, duró cerca de cuatro minutos. El tirador no había sido identificado todavía, añadió.

El presidente Joe Biden fue informado del tiroteo, indicó la Casa Blanca, señalando que el Gobierno ofreció respaldo a los funcionarios locales.

Buscaba al que lo operó

El hombre armado que mató a tiros a cuatro personas en un hospital del estado de Oklahoma fue a asesinar al cirujano al que culpaba del dolor que sufría tras una operación de espalda, según informó ayer la Policía.

El sospechoso, identificado como Michael Louis, irrumpió el miércoles en el hospital Saint Francis de la ciudad de Tulsa con un rifle y una pistola, en el último tiroteo masivo en Estados Unidos.

Louis había sido operado recientemente por el cirujano Preston Phillips en el hospital y había llamado a la clínica para quejarse de los dolores de espalda que sufría, dijo el jefe de la Policía de Tulsa, Wendell Franklin, durante una rueda de prensa.

La Policía encontró una carta del sospechoso en la “que dejaba claro que entró con la intención de matar al doctor Phillips y a cualquiera que se interpusiera en su camino”, dijo Franklin.

Por otro lado, cinco personas resultaron heridas ayer durante un tiroteo en un cementerio de Wisconsin, norte de Estados Unidos, durante el entierro de un hombre muerto por la Policía, informaron las autoridades.

“A las 14:26 se registraron numerosos disparos en el cementerio de Graceland. Hay víctimas, pero se desconoce cuántas. La escena aún está activa y está siendo investigada”, dijo el Departamento de Policía de Racine en Twitter.

Medios locales informaron que cinco personas resultaron heridas en el funeral de Da’Shontay L. King Sr, un hombre muerto por la Policía a fines de mayo.