La prohibición de tabletas y PC portátiles en cabina obedece a medidas para mejorar la seguridad ante atentados. Aerolíneas acatan las disposiciones

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22 de marzo de 2017, 5:00 AM
22 de marzo de 2017, 5:00 AM

EEUU y el Reino Unido anunciaron ayer la prohibición de computadoras portátiles y tabletas en la cabina de los vuelos de nueve compañías aéreas procedentes de Turquía y diez aeropuertos de países árabes, alegando un riesgo de atentados "terroristas".
 El Gobierno turco reaccionó enseguida y pidió a Washington que levante la prohibición a los pasajeros de los aviones de Turkish Airlines.

 "Nuestros camaradas empezaron ayer (lunes) a trabajar con sus homólogos sobre esta cuestión (...) Creemos que es necesario dar marcha atrás o suavizar" la medida, dijo el ministro turco de Transporte Ahmet Arslan.
 Compañías como Emirates o Turkish Airlines, que operan vuelos directos desde Dubái o Estambul hacia Estados Unidos, tienen 96 horas (cuatro días) a partir de ayer para prohibir a sus pasajeros que embarquen con aparatos electrónicos mayores a un teléfono.

Todos esos dispositivos (computadores portátiles, tabletas, consolas, libros electrónicos, lectores de DVD, cámaras de fotos...) deberán incluirse en el equipaje facturado de los aviones, indicaron funcionarios estadounidenses.

Temor a atentados
"El examen de los servicios de inteligencia indica que grupos terroristas siguen apuntando al transporte aéreo y buscan nuevos métodos para perpetrar sus atentados, como disimular explosivos en bienes de consumo", explicó uno de ellos.  

"Basándose en estas informaciones", el secretario para la Seguridad Interior, John Kelly, "decidió que era necesario reforzar los procedimientos de seguridad para los pasajeros con salida directa de algunos aeropuertos y con destino Estados Unidos", agregó otro responsable. La prohibición de dispositivos electrónicos mayores a un teléfono móvil estaría relacionada con una amenaza del grupo Al Qaida en la Península Arábiga (AQPA), activo en Yemen, afirmó la televisión CNN citando a un responsable estadounidense. Un exfuncionario de la Administración de Seguridad del Transporte, Tom Blank, consideró que "es una respuesta a datos precisos de inteligencia que fueron presentados a las autoridades estadounidenses"