Aunque la niña inicialmente se encontraba a una profundidad de unos 12 metros, la vibración de las máquinas excavadoras hizo que se deslizase hasta los 30 metros.

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10 de junio de 2023, 19:35 PM
10 de junio de 2023, 19:35 PM

Nueva Delhi (EFE)

Los equipos de rescate hallaron el cuerpo sin vida de Srishti, una niña de dos años, tras más de 50 horas de trabajos para intentar para sacarla del pozo de 100 metros de profundidad en el que quedó atrapada el pasado lunes en el centro de la India.

Los operarios sacaron la noche del viernes a la menor del pozo y fue rápidamente trasladada a un hospital, donde los doctores confirmaron que la niña pequeña había muerto unas 40 horas antes por asfixia.

“A pesar de los continuos esfuerzos, lamentablemente no hemos podido salvar a la niña. Según la autopsia, el cuerpo se encuentra en un estado bastante descompuesto”, dijo a los medios Ashish Tiwari, director ejecutivo del distrito de Sehore, en el estado de Madhya Pradesh, donde tuvo lugar la operación de rescate.

Imputado el propietario del pozo

Las autoridades han presentado cargos contra el propietario de la granja donde se encontraba el pozo, así como contra su responsable, por no haber tapado su apertura, según ha informado el superintendente de Policía de Sehore, Mayak Awasthi.

Por su parte, el jefe de Gobierno de Madhya Pradesh, Shivraj Singh, ha advertido al resto de propietarios de pozos que “se realizará una investigación y se tomarán las debidas medidas contra cualquiera que deje un foso al descubierto”.

Srishti cayó en el pozo alrededor de las 13.00 hora local (7.30 GMT) del lunes cuando jugaba en sus cercanías, tras lo que los vecinos de la zona alertaron a las autoridades.

Un terreno complicado

Equipos de la Fuerza Estatal de Respuesta a Desastres (SDERF) y de la Fuerza Nacional de Respuesta a Desastres (NDRF) participaron desde el principio en las labores de rescate, a las que después se unieron efectivos del Ejército y un robot especializado en este tipo de rescates.

Aunque la niña inicialmente se encontraba a una profundidad de unos 12 metros, la vibración de las máquinas excavadoras hizo que se deslizase hasta los 30 metros.

Además, la dureza del terreno dificultó desde el comienzo las labores, y los operarios no tardaron en descartar la opción de cavar un túnel hasta donde estaba la menor, para finalmente sacarla a través de la entrada principal del pozo.

La India vivió una operación similar hace un año, cuando el pequeño Rahul, de 10 años, cayó a un pozo en el norte del país, aunque logró ser rescatado con vida tras un dispositivo que duró más de 100 horas.

No obstante, otro niño de dos años falleció a finales de octubre de 2019 en el sur de país tras caer a otro pozo de unos 30 metros de profundidad.