El Gobierno de España le exige que pida perdón a víctimas y se disuelva.

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9 de abril de 2017, 4:00 AM
9 de abril de 2017, 4:00 AM

Tras más de cuatro décadas de violencia, la organización terrorista ETA entregó ayer a las autoridades francesas la localización de ocho de sus depósitos  donde está su arsenal, integrado por 120 armas de fuego, tres toneladas de explosivo y varios miles de municiones y detonadores.
Estos se encuentran en el departamento de los Pirineos Atlánticos del suroeste francés, fronterizo con España. 

Hasta el cierre de esta edición se informó de que ya se encontraron cerca de 3,5 toneladas de armas, de explosivos y de materiales necesarios para la confección de detonadores. Entretanto, la policía judicial abrió una investigación para determinar si fueron usadas criminalmente. 

De confirmarse ese desarme, supondría el cierre casi definitivo de un capítulo negro de la historia de España, después de que el grupo renunciara definitivamente en 2011 a la lucha armada por la independencia del País Vasco y Navarra. 

La organización atentó por primera vez en 1969. El historial de asesinatos, ataques con bomba, extorsiones y de secuestros causaron 829 muertos atribuidos a la organización, el último de ellos en marzo de 2010.

Reacciones diversas
“Es un gran paso, un día sin duda importante”, afirmó el ministro francés de Interior, Matthias Felk, que también rindió homenaje a las víctimas del grupo armado. 
   Las reacciones fueron muy diferentes en Madrid. El Gobierno de Mariano Rajoy indicó -en un comunicado- que ETA había llevado a cabo una "operación mediática para disimular su derrota", e insistió en que la organización debía "anunciar su disolución definitiva, pedir perdón a sus víctimas y desaparecer"