Un informe estima que en Argentina se practican unos 450.000 abortos clandestinos cada año que dejan un centenar de mujeres muertas. Este tema ya fue debativo el año pasado en el Congreso, pero su aprobación fracasó por siete votos en el Senado

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28 de mayo de 2019, 16:37 PM
28 de mayo de 2019, 16:37 PM

La propuesta por la legalización del aborto en Argentina vuelve a instalarse este martes en el Congreso a instancias del movimiento feminista y asoma como uno de los temas álgidos de la campaña electoral para las presidenciales de octubre.

Esta será la octava vez que se presente un proyecto para legalizar la interrupción voluntaria del embarazo en Argentina. Hasta ahora, solo una vez, en 2018, fue debatido en el Congreso después de que la Cámara de Diputados le diera luz verde, al calor de multitudinarias manifestaciones que instalaron el pañuelo verde como símbolo de la lucha feminista. Pero su aprobación fracasó por siete votos en el Senado de 72 escaños.

La propuesta para legalizar el aborto hasta la semana 14 de gestación inicia su trámite parlamentario con el respaldo de 15 legisladores de distintos partidos y la renovada movilización feminista.

A comienzos de la tarde, cientos de personas, en su mayoría mujeres jóvenes vestidas de verde, se concentraron frente al Congreso para apoyar la iniciativa. Las movilizaciones se repiten en un centenar de ciudades argentinas.

"Cada quien tiene que poder decidir con responsabilidad. Abortar no es fácil, tiene que haber una legislación que permita hacerlo dignamente", comentó a AFP Noelia Patruno, una guía turística de 40 años que acude por primera vez a una manifestación de los pañuelos verdes.

"No tienen fuerza"

En una esquina de la plaza del Congreso, un puñado de activistas en contra de la legalización se esforzaban por hacerse oír.

"¡Qué dolor ver esto! No es justo, una sociedad que propone la muerte. La vida es a partir de la concepción. ¿Por qué volver con ese proyecto de ley? Ya fue rechazado el año pasado. Ya saben que no tienen la fuerza suficiente", sostuvo Nélida Rodríguez, una comerciante de 50 años con pañuelo y capa celeste, emblema de los contrarios al aborto.

La legalización del aborto divide Argentina, país del papa Francisco y donde la Iglesia católica ejerce una influencia importante.

Hace pocos días, Francisco se expresó una vez más en contra de la interrupción voluntaria del embarazo y la comparó con la contratación de un sicario.

"¿Es justo eliminar una vida humana para resolver un problema? ¿Es justo contratar a un sicario para resolver un problema?", preguntó el papa la semana pasada, durante un coloquio sobre la lucha contra el aborto terapéutico.

Presión electoral

El tránsito del proyecto de ley luce difícil este año de elecciones presidenciales, en las que ningún candidato quiere perder votos.

Pero las organizaciones feministas cifran sus esperanzas en la renovación de 24 de las 72 bancas del Senado, prevista en los comicios de octubre. También se renovará la mitad de la Cámara Baja.

"No hay que bajar la guardia, hay que seguir luchando. Los políticos tienen miedo de decir que están a favor del aborto, pero eso está cambiando poco a poco", dijo Natalia Eraza, una asistente hospitalaria de 28 años que participa de la manifestación frente al Congreso.

En 2018, la Cámara de Diputados aprobó la norma por 129 a 125 votos, y el Senado la rechazó después por 38 a 31.

"Esta vez el tema ya está instalado en la sociedad, será una pregunta más natural para los candidatos que tendrán que decir qué posición llevarán al Congreso", afirmó Victoria Tesoriero, dirigente de la Campaña por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito.

 La diputada de izquierda Victoria Donda, una de las que rubrica la presentación del proyecto, consideró necesario "exigirle a los candidatos que aclaren su postura". "El aborto no es 'piantavotos' (espanta votantes), es una cuestión de salud pública", afirmó.

El presidente liberal Mauricio Macri, que buscará su reelección, fue el primer gobernante en habilitar el debate parlamentario. Pero se declaró "a favor de la vida", aunque aseguró que si la norma se aprobaba no la vetaría.

La exmandataria y senadora Cristina Kirchner, principal opositora y candidata a la vicepresidencia, rehusó lanzar el debate durante sus dos periodos (2007-2015), pero en 2018 votó a favor.

Su compañero de fórmula, Alberto Fernández, candidato a la presidencia por el peronismo de izquierda, se ha declarado a favor de la despenalización, aunque sin avanzar en la legalización.

Aborto legal

En Argentina, el aborto se permite cuando está en peligro la vida de la mujer o cuando el embarazo es producto de una violación, sin precisar las semanas de gestación.

Pero muchos médicos y algunos gobiernos provinciales se resisten a aplicar la ley y algunas niñas de 11 años han sido obligadas a seguir el embarazo o sometidas a cesáreas por la judicialización de sus casos.

Un informe del privado Centro de Estudios de Población (Cedes), estimó que en Argentina se practican unos 450.000 abortos clandestinos cada año que dejan un centenar de mujeres muertas.

"Los abortos se siguen practicando en pésimas condiciones y las mujeres mueren en contextos de clandestinidad", denunció Mariela Bielski, directora de Amnistía Internacional Argentina.