El matrimonio de los padres del rey estaba roto hace décadas, aunque con la decisión del emérito de abandonar España se materializa de manera aún más evidente.

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4 de agosto de 2020, 12:52 PM
4 de agosto de 2020, 12:52 PM

La histórica decisión del rey Juan Carlos (82 años) de abandonar no sólo el palacio de la Zarzuela -el que ha sido su hogar durante 58 años- sino también España traerá una enorme lista de consecuencias. En el ámbito judicial, serán los fiscales y los magistrados quienes valoren la responsabilidad o no del emérito en los turbios asuntos económicos en los que se ha visto envuelto en los últimos meses. 

En un plano mucho más íntimo, las preguntas sobre la situación de su esposa, la reina Sofía (81), madre de sus tres hijos y abuela de sus ocho nietos, empiezan a contarse por decenas. 

Aunque hay algo que queda claro por encima de todo. La separación física y de facto de los reyes eméritos Juan Carlos y Sofía es una realidad. No es ningún secreto para nadie que el matrimonio de los padres del rey de España, Felipe VI (52), está roto desde hace décadas. Sin embargo, hasta ahora no se había materializado de manera tan evidente.

El hecho de que el rey Juan Carlos vaya a pasar el resto de sus días fuera de las fronteras españolas no hace más que agravar su ya delicada situación emocional. Juan Carlos de Borbón vivirá en República Dominicana bajo el paraguas protector de la poderosa familia Fanjul, alejado del núcleo duro de su familia, que reside entre Madrid y Ginebra.

En estos días y en el momento en el que estalló la bomba informativa relativa al comunicado oficial de su marido, la emérita se encuentra en su residencia de verano, en el palacio de Marivent, y junto a dos de sus grandes apoyos vitales: su primogénita, la Infanta Elena (56), y su hermana pequeña, la princesa Irene de Grecia (78).

No hay duda de que se presenta el verano más convulso y difícil que se recuerde en la primera institución del país. El próximo viernes 7 de agosto, Felipe VI, Letizia (52) y sus dos hijas, la princesa Leonor (14) y la infanta Sofía (13) llegarán hasta Palma de Mallorca para asumir sus vacaciones más inusuales.

Durante diez intensos días, hasta el 17 de de agosto, la familia real protagonizará una agenda en la que se desplazarán a las diversas islas Baleares con el fin de mantener contacto directo con los sectores sociales y económicos más afectados por las consecuencias de la Covid-19. 

Junto a ellos, en ocasiones, no hay duda, irá la reina Sofía, a quien el año pasado se pudo ver haciendo planes junto a su nuera y sus dos nietas: no solo fueron al cine a ver el remake live action de El rey león, sino que además acudieron a hacer unas compras al mercado de Pollença, municipio situado al norte de Mallorca, donde aquellos días celebraban sus fiestas patronales.

Comunicado histórico

En una carta enviada este lunes día 3 de agosto a Felipe VI, el rey Juan Carlos anunciaba lo siguiente: "Majestadquerido Felipe. Con el mismo afán de servicio a España que inspiró mi reinado y ante la repercusión pública que están generando ciertos acontecimientos pasados de mi vida privada, deseo manifestarte mi más absoluta disponibilidad para contribuir a facilitar el ejercicio de tus funciones, desde la tranquilidad y el sosiego que requiere tu alta responsabilidad. Mi legado, y mi propia dignidad como persona, así me lo exigen".

Y continuaba: "Hace un año te expresé mi voluntad y deseo de dejar de desarrollar actividades institucionales. Ahora, guiado por el convencimiento de prestar el mejor servicio a los españoles, a sus instituciones y a ti como Rey, te comunico mi meditada decisión de trasladarme, en estos momentos, fuera de España".

"He sido Rey de España durante casi cuarenta años y, durante todos ellos, siempre he querido lo mejor para España y para la Corona. Con mi lealtad de siempre. Con el cariño y afecto de siempre, tu padre", concluye el rey emérito Juan Carlos, que ya ha abandonado el país donde fue jefe del Estado y donde reinó durante 38 años de su intensa y apasionada vida. (El Español)