El canciller Fernando Huanacuni participa en la reunión de Cancilleres de la Celac en El Salvador, para analizar la situación de Venezuela

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2 de mayo de 2017, 13:40 PM
2 de mayo de 2017, 13:40 PM

Los cancilleres y representantes de los países de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) iniciaron este martes en El Salvador una reunión extraordinaria, en la que se busca una solución a la violencia generada en medio de la crisis que vive Venezuela.
 

El cónclave, convocado a petición de Venezuela, fue inaugurado por el presidente salvadoreño, Salvador Sánchez Céren, que al inicio de su discurso envió un "saludo fraterno" al Gobierno "legítimamente electo" y "comprometido con la democracia" del presidente venezolano, Nicolás Maduro.
 

El mandatario salvadoreño señaló que la reunión fue convocada por la "necesidad" de "sumar esfuerzos para que Venezuela puede encontrar muy pronto la paz".
 

No obstante, Sánchez Céren aseguró que espera que "la solución a la situación de Venezuela se encuentre en el marco de su Constitución", cuyo proceso de reforma inició este martes el presidente del país caribeño.
 

"Consideramos que esta (el diálogo) es justamente una ruta para encontrar respuestas solidas para este momento que atraviesa Venezuela", señaló el mandatario, que recordó el esfuerzo iniciado por los expresidentes panameño Martín Torrijos, el español José Luis Rodríguez Zapatero y dominicano Leonel Fernández, y el Vaticano.
 

La solicitud venezolana de la reunión de cancilleres de la Celac se hizo en medio de un clima de agitación por una ola de manifestaciones antigubernamentales y hechos violentos que han dejado, al menos, un saldo oficial de 29 muertos, más de 500 lesionados y más de un millar de detenidos.
 

El Gobierno venezolano ha acusado a sus opositores de promover la violencia que ha causado estas muertes, varias de ellas en manifestaciones oficialistas u opositoras, provocadas por civiles armados.
 

La oposición, por su lado, responsabiliza a paramilitares armados por el Gobierno de provocar las muertes, incluso de personas que no participaban en las protestas.
 

Las manifestaciones se iniciaron luego de que el Supremo venezolano dictara una sentencia con la que asumía las funciones del Parlamento, el único poder controlado por la oposición y, aunque ese fallo fue revertido dos días después, los opositores insisten en denunciar una ruptura del orden constitucional.
 

En las últimas cuatro semanas la oposición ha convocado más de una decena de manifestaciones para pedir elecciones que se han replicado en varias ciudades del país, afectado por una crisis económica que se traduce en la persistente y fuerte escasez de alimentos y medicinas.