Una experta cuestiona la visión simplista de la medicina peso-centrista, que perjudica diagnósticos y tratamientos

18 de agosto de 2022, 17:16 PM
18 de agosto de 2022, 17:16 PM

Por Medscape

En la sociedad actual, en la que cada vez se habla más de diversidad corporal y de eliminar los estigmas del sobrepeso y la obesidad, buscando favorecer una adecuada relación entre alimentación y ejercicio, la medicina se ve obligada a ver más allá del peso del paciente, ofreciendo una valoración mucho más integral, para lo que se deben considerar factores sociales, físicos, emocionales y ocupaciones.

Abundan los estigmas hacia los pacientes con obesidad, incluso de parte de profesionales de la salud, que culpan única y exclusivamente al peso por todos los problemas, y a su vez catalogan a los pacientes de perezosos, indisciplinados, etc., sin tomar en cuenta otras causas y elementos.

Un ejemplo de esto es el caso de D. S., paciente masculino de 56 años, que acudió a consulta por presentar disnea (ahogo) de larga evolución. Desconoce antecedentes familiares, ya que es adoptado. Niega consumo de alcohol o tabaco y malos hábitos alimenticios. Presenta antecedentes personales patológicos como obesidad de grado 2, síndrome de apnea obstructiva del sueño sin tratamiento y varios cuadros de neumonía secundarios a broncoaspiración por reflujo gastroesofágico.

Inició su padecimiento actual un año previo a su consulta con presencia de disnea progresiva hasta llegar a ser por pequeños esfuerzos; así como otros problemas, por lo que acudió a valoración con varios cardiólogos y neumólogos, que le comentaron que estos síntomas se debían a su obesidad.

El estigma y la discriminación hacia pacientes con obesidad no solo crea un impacto negativo en el estado emocional del paciente y en la relación con su médico, sino que también puede causar retraso en la atención, el diagnóstico y el tratamiento.

Al momento de la valoración inicial, el paciente también refiere dolor precordial ocasional relacionado con esfuerzo. A la exploración se documentaron desaturación y taquicardia, se confirmaron la disnea, ortopnea y bendopnea, por lo que se considera una alta sospecha de falla cardiaca.

En ese sentido, en el abordaje se solicitaron enzimas cardiacas, un electrocardiograma y un ecocardiograma, en el que se observó una tumoración en aurícula izquierda, con efecto obstructivo valvular compatible con mixoma (tumor cardiaco), por lo que se decidió hospitalización para manejo quirúrgico. Durante su estancia se confirmó su patología.

Cada vez más estudios demuestran que el estigma y la discriminación hacia pacientes con obesidad no solo crea un impacto negativo en el estado emocional del paciente y en la relación con su médico, sino que también puede causar retraso en la atención, el diagnóstico y el tratamiento, como se evidenció en el caso de D.S. Además se ha visto un retraso en la búsqueda de atención y una menor tasa de cumplimiento a los tratamientos en estos pacientes, en detrimento en su salud.

En un estudio en Polonia se observó que hasta el 48% de los profesionales de la salud tenía actitudes inapropiadas hacia pacientes con obesidad, las cuales incluyeron comentarios con juicios morales sobre el peso del paciente, burlas, insultos e incluso negativas a realizar estudios de abordaje para ciertas patologías.

Por su parte, 82% de los pacientes con obesidad reportó haber sufrido actitudes discriminatorias del personal de salud. Cada vez es más necesario alejarse de la medicina peso-centrista, para buscar una medicina centrada en el paciente, en la que aquellos con obesidad, al igual que cualquier otro, sean valorados de manera integral, tomando en cuenta que la obesidad es una enfermedad crónica, compleja y multifactorial en la que existen factores genéticos, fisiológicos, hormonales, psicológicos, ambientales, económicos, culturales y sociales.

Un enfoque alternativo para esta problemática es la iniciativa de salud HAES (Health at Every Size), que contempla la diversidad natural en forma y tamaño del cuerpo; los peligros de las dietas peso-centristas, que llegan a sacrificar la salud por lograr un peso determinado; la importancia del entorno en que el que se consumen los alimentos, y los factores sociales, emocionales y físicos. Todo lo anterior para buscar un bienestar biopsicosocial, con una mayor comprensión y con apoyo del personal de salud.