En 2018 la justicia suiza abrió una causa por "blanqueo de dinero agravado" tras la publicación de informaciones según las cuales el rey emérito habría percibido comisiones ilegales en el marco de contratos públicos obtenidos por empresas españolas

13 de diciembre de 2021, 10:43 AM
13 de diciembre de 2021, 10:43 AM

La justicia suiza anunció este lunes que archivó la investigación sobre los bienes del rey emérito español Juan Carlos I en ese país, tras tres años de indagaciones sobre el patrimonio, incluyendo unos 100 millones de dólares girados por Arabia Saudita.

En un comunicado, la fiscalía de Ginebra indicó que la instrucción "no permitió establecer de manera suficiente un vínculo entre el monto recibido de Arabia Saudita y la conclusión de contratos sobre la construcción de un tren de alta velocidad" en ese país en 2011.

En 2018 la justicia suiza abrió una causa por "blanqueo de dinero agravado" tras la publicación de informaciones según las cuales el rey emérito habría percibido comisiones ilegales en el marco de contratos públicos obtenidos por empresas españolas.

En particular, las sospechas de centraban en un contrato para la construcción del tren de alta velocidad entre Medina y La Meca.

Los gastos judiciales, de 200.000 francos suizos (unos 216.000 dólares, 192.000 euros), correrán de todos modos por cuenta de los acusados, entre ellos el ex jefe de Estado español (1975-2014), que actualmente reside en los Emiratos Árabes Unidos.

La decisión de la justicia de atribuirles los costes del proceso se debe a que la instrucción reveló que hubo algunas infracciones.

La investigación permitió establecer que Juan Carlos I efectivamente recibió el 8 de agosto de 2008 la suma de 100 millones de dólares de parte del ministerio de Finanzas de Arabia Saudita en una cuenta de la fundación Lucum abierta en el banco Mirabaud de Ginebra.

El procedimiento también mostró evidencia de otros giros recibidos por el rey emérito o Corinna Zu Sayn-Wittgenstein, su examante, de varios millones de dólares, "procedentes de Kuwait y Baréin", según la fiscalía.

Según la fiscalía, "todas estas transferencias no fueron debidamente documentadas".

En junio de 2012, la cuenta de la fundación Lucum fue cerrada y su saldo, unos 65 millones de euros, fue transferido a una cuenta en Bahamas de una empresa propiedad de Corinna Zu Sayn-Wittgenstein.