Según Sinead Boucher, tanto su estrategia de captación de donaciones como el boicot a Facebook contaron con un firme respaldo del público, pues la gente quiere apoyar fuentes de noticias fiables

11 de agosto de 2020, 10:13 AM
11 de agosto de 2020, 10:13 AM

Guardada en el cajón de los calcetines de Sinead Boucher se encuentra la moneda de un dólar que transformó a esta experiodista en la mayor magnate de la prensa de Nueva Zelanda, y que le dio una plataforma para desafiar a Facebook y otros gigantes de las redes sociales.

Boucher (50 años) compró el gigante de los medios de comunicación Stuff Ltd por la suma de 1 dólar neozelandés (0,67 dólares estadounidenses) en mayo, con lo que se hizo con el control del portal de noticias más popular de Nueva Zelanda, stuff.co.nz, y de cabeceras como el Wellington's Dominion Post y el Christchurch Press.

Boucher, que ya era una ejecutiva senior en la compañía, era consciente de los retos que tienen que enfrentar los medios de todo el mundo, y sostiene que el modelo de negocio ha sido "destrozado" por los gigantes de internet, y que los ingresos aún han bajado más a causa de la pandemia de Covid-19.

Algunas empresas, como la alemana Bauer Media, decidieron que el pequeño mercado de Nueva Zelanda no valía la pena y cerraron sus operaciones locales, un destino que Boucher estaba decidida a evitar.

"No podría cargar con el peso de que todos esos títulos, no solo la página web sino algunos de nuestros periódicos, que tienen más de 160 años, simplemente se extinguieran sin que se hubiera luchado realmente por ellos", explicó a la AFP.

Tras acordar el precio de compra con los antiguos dueños de Stuff, el grupo Nine Entertainment -con sede en Sídney-, Boucher visitó un despacho de abogados de Wellington para completar el pacto, mientras Nueva Zelanda se encontraba en pleno confinamiento por la pandemia.

"Era la época de la distancia de seguridad, así que le lancé mi dólar a los abogados", cuenta. "La primera vez cayó, así que me tocó recogerlo y tirárselo de nuevo".

"Entonces, cambié ese por otro dólar, y así poder guardarme (el original) como un recordatorio físico y tangible... está en el cajón de mis calcetines, de hecho. Está enmarcado, pero todavía no lo he puesto en ningún sitio", dice.

Adiós a Facebook 

Boucher dio sus primeros pasos en el periodismo como reportera en el Christchurch Press en los años 1990, antes de pasar un tiempo en Londres, donde se dedicó al periodismo económico. 

Tras volver a Nueva Zelanda en 2004, se puso al frente de la página web de Stuff, que operaba desde una "pieza de servicio" y que, en ese momento, estaba vista como un mero añadido a las operaciones del periódico.

Esta trayectoria le llevó a emprender su medida más osada desde que empezó a dirigir Stuff, cuando en junio decidió cortar lazos con Facebook, que hasta entonces había facilitado entre el 15 y el 20% del tráfico de la página.

El año pasado, Stuff ya había dejado de publicitarse en Facebook, después de que la plataforma no aprobara reformas de calado cuando un atacante de ultraderecha mató a 51 fieles musulmanes en Christchurch y retransmitió su atrocidad por la red social.

Desde que Boucher tomó el control, Stuff quemó puentes con Facebook completamente, afirmando que sus problemas se habían intensificado durante la pandemia.

"El panorama general de engaños, noticias falsas y otras cosas, sentimos que no encajaba con nosotros y no nos sentíamos cómodos estando allí", explica.

"Tengo que decir que el impacto en nuestra audiencia ha sido muy mínimo", agrega, afirmando que la caída de lectores fue reducida.

A Boucher le gustaría que el resto de medios adoptaran la misma línea, alegando que la pandemia alentó el interés del público por los contenidos periodísticos de calidad y que suponía una buena oportunidad para conectar con audiencias distintas sin depender de los "me gusta" de Facebook. 

Y aunque el Covid-19 tuvo un "gran impacto" en los ingresos de Stuff, la empresaria asegura que "nuestro público nunca había sido tan fuerte, pues todo el mundo estaba recurriendo al periodismo en busca de información de confianza para intentar averiguar qué estaba pasando".

Respaldo de los lectores 

Boucher también está muy de acuerdo en que Australia obligue a que Facebook y Google paguen a los medios de comunicación por las noticias que publican en sus contenidos.

"Ambos han hecho un gran negocio, de una forma u otra, recogiendo el contenido de otros", señaló, animando al gobierno de Nueva Zelanda a emprender una medida similar.

La principal salida de Stuff es el portal stuff.co.nz pero Boucher asegura que el grupo es "un ecosistema de negocios digitales" y que, si bien algunos no están relacionados con las noticias, ayudan a sufragar el caro negocio del periodismo.

En un sector arrasado por las pérdidas de empleos durante la pandemia, Boucher se mostró orgullosa de que en Stuff no se eliminaron puestos de trabajo.

En el pico de la crisis, se impuso una reducción del 15% en el sueldo de la plantilla durante doce semanas (la propia Boucher se redujo su sueldo un 40%) pero la compañía devolvió el dinero de los recortes el mes pasado. 

Además, Stuff incita a sus lectores a hacer contribuciones con campañas como: "porque las redes sociales no son medios de noticias".

Según Boucher, tanto su estrategia de captación de donaciones como el boicot a Facebook contaron con un firme respaldo del público, pues la gente quiere apoyar fuentes de noticias fiables en una época de gran incertidumbre.

Con una crisis como el Covid, "realmente te explica por qué necesitas el periodismo", zanja.