El Reino Unido contabiliza más de 38.000 muertes confirmadas por Covid-19, pero la cifra se dispara a más de 46.000 contando los casos sospechosos. Solo Estados Unidos, con una población cinco veces mayor, tiene más fallecimientos.

1 de junio de 2020, 10:33 AM
1 de junio de 2020, 10:33 AM

Las escuelas primarias empezaron a reabrir sus puertas el lunes en Inglaterra, un paso en el desconfinamiento que muchos padres, profesores y gobiernos locales consideran precipitado en el segundo país del mundo con más muertos por el coronavirus.

El Reino Unido contabiliza más de 38.000 muertes confirmadas por Covid-19, pero la cifra se dispara a más de 46.000 contando los casos sospechosos. Solo Estados Unidos, con una población cinco veces mayor, tiene más fallecimientos.

Tras imponer un confinamiento tardío el 23 de marzo, el primer ministro, Boris Johnson, está bajo presión ahora para relajar unas restricciones con elevado coste económico.

Así, a partir del lunes, autorizó las reuniones de hasta seis personas al aire libre, lo que permite a familiares y amigos volver a verse.

También reabrieron negocios como mercados exteriores y concesionarios de automóviles. Y se prevé que el resto de comercios pueda hacerlo dentro de dos semanas.

Otros negocios como restaurantes, gimnasios o peluquerías tendrán que esperar a julio y mucha gente sigue trabajando desde casa.

Para aliviar la carga de los padres, las escuelas primarias reanudaron su actividad el lunes, de momento solo para niños 4 a 6 y de 10 a 11 años.

Sin embargo, estas medidas se aplican solo a Inglaterra, porque los gobiernos autónomos de Escocia, Gales e Irlanda del Norte siguen sus propios calendarios de desescalada, mucho más lentos.

Reticencia de los padres

Incluso en Inglaterra, muchos consideran que la reapertura de las escuelas es una decisión prematura.

El Sindicato Nacional de Educación pidió más "pruebas y evidencias científicas sólidas" para "reabrir cuando llegue el momento" y la Asociación de Dirigentes Escolares está preocupada por los "importantes problemas logísticos" que plantea.

"No podemos prometer a los padres que sus hijos estarán siempre a dos metros de distancia", decía Bryony Baynes, director de una escuela primaria en Worcester, en el oeste de Inglaterra, cuando los alumnos retomaban el camino de las aulas.

También a algunos padres les preocupa la perspectiva.

Un estudio realizado por la Fundación Nacional de Investigación Educativa entre 1.200 directores de escuela mostró que casi la mitad de familias prevé mantener a sus hijos en casa.

En el noreste de Londres, la Halley House School abrió sus puertas a los alumnos más pequeños, aplicando medidas de distanciamiento y mucho lavado de manos. 

Sindicatos de maestros se oponían a la medida, pero su directora, Claire Syms, asegura a la AFP: "Creemos que es seguro para nuestros alumnos estar aquí" y "volver al colegio debería ser una experiencia realmente positiva para ellos".

Ayudar a niños desfavorecidos

La Comisionada de la Infancia, Anne Longfield, pidió en las páginas del diario conservador Daily Telegraph que el gobierno organice escuelas de verano en julio y agosto para ayudar a los niños "más desfavorecidos" a recuperar el terreno perdido durante los meses de confinamiento.

"Es un momento delicado", reconoció el ministro de Empresa, Alok Sharma, el lunes en las ondas de la BBC, afirmando que el gobierno actúa con cautela y no quiere "ver un segundo pico de contaminación".

Reticentes también ante este calendario, los gobiernos locales de numerosos municipios y condados ingleses pidieron a sus escuelas que no abran todavía. 

E incluso algunos miembros del comité científico que aconseja al gobierno sobre el coronavirus expresaron sus temores: el profesor John Edmunds consideró "arriesgado" pasar a la siguiente etapa de desconfinamiento cuando hay todavía varios miles de contaminaciones diarias.

"Prevemos que la mayoría de escuelas primarias reabran esta semana, pero todos enfrentamos circunstancias únicas y algunas pueden necesitar más tiempo para prepararse", admitió un portavoz de Downing Street.

"Este es el comienzo de un regreso cauteloso y gradual durante el cual la asistencia irá aumentando con el tiempo", afirmó. E insistió: "sólo hemos dado este paso porque creemos que es seguro hacerlo".