El mandatario es investigado por la creación de una empresa offshore vinculada a su familia. Apunta a su exaliado como el responsable de "falsas acusaciones"

El Deber logo
3 de abril de 2019, 8:36 AM
3 de abril de 2019, 8:36 AM

El presidente de Ecuador, Lenín Moreno, achacó este martes la denuncia de supuesta corrupción que le ha salpicado en los últimos días a una "trama típica" para desprestigiarle, de las que dijo solía hacer su antecesor y excorreligionario Rafael Correa (2007-2017).

En una entrevista radial, Moreno rechazó las denuncias de supuesta corrupción y, aunque no se refirió a Correa por su nombre, aseguró que ese tipo de estrategias de desprestigio fueron comunes en el anterior Gobierno, del cual fue en los primeros años el vicepresidente pero que ahora siente una profunda "decepción".

Correa y allegados han denunciado que Moreno supuestamente se benefició de una cuenta en un paraíso fiscal en Panamá para adquirir bienes, incluido un departamento en España, y han pedido a la Fiscalía que investigue esa denuncia.

Moreno, aunque admitió que su hermano tenía una cuenta de una empresa en Panamá, aseguró que él no conocía de ella y aclaró que ello no supone una ilegalidad, ya que su familiar no es un empleado del Estado.

Sin embargo, para desprestigiar a las personas, "construyen la trama típica" y montan escenarios, agregó Moreno al restar validez a la actuación de Correa quien, aunque reside en Bélgica, afronta varios procesos por presunta corrupción que incluyen una orden de prisión preventiva.

Para Moreno, lo que sus adversarios intentan exponer es una trama parecida a la que, según aseguró, "armaron el 30-S", en referencia a un confuso episodio ocurrido el 30 de septiembre de 2010, cuando una revuelta policial derivó en un alzamiento de proporciones, que Correa calificó como un "intento de golpe de Estado".

Moreno se lamentó de "la cantidad de gente injustamente que se metió a la cárcel por el tema del 30-S", cuando "lo único que era un reclamo policial" y que se exacerbó cuando Correa enfrentó personalmente a los uniformados.

Correa estuvo retenido en un hospital policial aledaño al sitio de la revuelta por más de nueve horas y de donde salió tras una operación militar y policial ejecutada en medio de un intenso tiroteo.

El exmandatario "no tenía porque ir a meterse allí", pues "si tenía algo de prudencia, si tenía algo de cerebro", debía haber enviado a otro funcionario de menor rango, sostuvo Moreno.

Además, dijo que se podría interpretar también ese episodio como "un acto de lesa humanidad", al "llevar el conflicto al interior de un hospital, cuando (Correa) podía haberse ido perfectamente a su casa o al palacio presidencial".

Todas esa son "tramas montadas" que reflejan la "miseria humana" de personas que han causado decepción, subrayó Moreno que deploró el que se hayan "hackeado" y filtrado fotografías y vídeos de su teléfono móvil, en el que supuestamente se revela una aparente vida de lujos del actual mandatario, que lo negó tajantemente.

Ese tipo de filtraciones motivaron al Gobierno de Moreno a solicitar la intervención del Relator Especial sobre el Derecho a la Privacidad del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas, Joseph Cannataci, por la presunta violación a la privacidad del presidente y varios de sus familiares.

También rechazó la versión de que él tiene una cuenta "off shore" en un paraíso fiscal, aunque insistió en que un hermano suyo había formado ese tipo de empresa para cobrar una deuda antigua.

"Jamás me enteré que se había formado esta empresa off shore", reiteró Moreno que reaccionó indignado porque en este caso también han resultado salpicadas sus hijas y su esposa.