Navalni fue víctima de un envenenamiento en agosto de 2020, del que acusó al Kremlin. Fue detenido apenas regresó a Rusia el 17 de enero de 2021, tras meses de hospitalización y convalecencia en Alemania

17 de enero de 2022, 7:36 AM
17 de enero de 2022, 7:36 AM

El principal opositor ruso, Alexéi Navalni, aseguró este lunes que "no se arrepiente ni un segundo" de haber regresado a Rusia, donde hace un año fue detenido, e instó a sus compatriotas a "no tener miedo".

"Lo he hecho y no me arrepiento ni un segundo", escribe en las redes sociales, sobre su lucha contra el Kremlin y su retorno al país, donde corría el riesgo de ser arrestado, tras meses de convalecencia en Alemania.

Su arresto supuso el punto de partida de una ola de represión contra la oposición, la prensa y la sociedad civil consideradas criticas con el presidente ruso, Vladimir Putin.

Navalni, antes omnipresente en las manifestaciones y en las redes sociales, sólo se expresa ahora con mensajes escritos en línea que divulgan sus abogados.

"Tras un año en prisión, les digo (...) lo que ya dije ante el tribunal: no tengan miedo", agregó el opositor. "Es nuestro país, y no tenemos otro".

Navalni fue víctima de un envenenamiento en agosto de 2020, del que acusó al Kremlin. Fue detenido apenas regresó a Rusia el 17 de enero de 2021, tras meses de hospitalización y convalecencia en Alemania.

La publicación de este lunes está acompañada por una foto del opositor, ataviado con el uniforme de detenido, en compañía de su esposa Yulia.

Otra vez ante la justicia

Este lunes Navalni volvió a aparecer en video en un tribunal de distrito de Petushki, de la región de Vladimir, donde el opositor está encarcelado, según imágenes de la cadena independiente en línea Dojd.

Esta vez, lo hizo por dos querellas que interpuso contra la administración penitenciaria.

Las querellas examinadas se refieren al pago de ingresos ganados en detención y a su retirada de una lista de detenidos considerados como "propensos al extremismo y al terrorismo", según Dojd.

Navalni participó en la audiencia, a través de videoconferencia, encerrado en una célula y ataviado siempre con un uniforme de detenido, según imágenes de esta cadena.

Al principio se le escuchó decir "¿por dónde empezamos?" y "buenos días".

El activista, de 45 años, purga una pena de dos años y medio en una colonia penitenciaria a unos cien kilómetros de Moscú por un caso de fraude, que él califica de "político".