El mandatario estadounidense dijo el lunes que hizo "un trabajo fantástico" deteniendo a "anarquistas" en Portland, Oregon, y amenazó con hacer lo mismo en otras ciudades con gobiernos demócratas

21 de julio de 2020, 15:51 PM
21 de julio de 2020, 15:51 PM

Nueva York planifica demandar al gobierno federal ante la justicia si el presidente estadounidense, Donald Trump, cumple su amenaza de enviar tropas federales a la ciudad para combatir la creciente criminalidad.

Trump dijo el lunes que hizo "un trabajo fantástico" deteniendo a "anarquistas" en Portland, Oregon, y amenazó con hacer lo mismo en otras ciudades con gobiernos demócratas que en su opinión son incapaces de controlar la criminalidad.

"Si trata de hacerlo, solo crearía más problemas, sería contraproducente, no nos tornaría más seguros, e inmediatamente adoptaríamos acciones judiciales para detenerlo", dijo el martes el alcalde demócrata de Nueva York, Bill de Blasio, en una conferencia de prensa.

"Desde mi punto de vista este sería otro ejemplo de acciones ilegales e inconstitucionales del presidente", añadió tras señalar que Trump promete mucho a su base pero pocas veces cumple.

La semana pasada el departamento de Seguridad Interior desplegó agentes fronterizos y federales, algunos con uniforme camuflado, en la ciudad de Portland (Oregon, noroeste), para hacer frente a manifestantes que protestaban contra el racismo sistémico en el país.

Vídeos mostraron a agentes vestidos de civil arrestando a manifestantes y poniéndolos en vehículos sin identificación. Su intervención ha incrementado la tensión con la policía y provocado indignación, así como cuestionamientos sobre la legalidad de la operación.

Aunque la mayoría de los manifestantes detenidos han sido liberados, la gobernadora de Oregon, Kate Brown, legisladores y otros críticos compararon la actuación de las tropas federales con la de la "policía secreta" en las sociedades más represivas.

El estado de Oregon demandó al departamento de Seguridad Interior por violaciones a los derechos humanos. La gobernadora dijo que el envío de los agentes era solo propaganda y pidió que partieran.

"Peor que Afganistán"

Desde que George Floyd, un hombre negro, murió a manos de un policía blanco en Minneapolis en mayo, Trump ha intentado presentar a los manifestantes como radicales de izquierda que quieren destruir el país y ha defendido a la policía, tuiteando regularmente "Ley y orden".

Los demócratas aseguran que es una maniobra política para crear drama y mostrarse duro frente a su base electoral conservadora antes de las elecciones de noviembre, en momentos en que su campaña a la reelección se debilita debido al agravamiento de la pandemia de coronavirus en Estados Unidos y la recesión económica.

"Estamos observando a Chicago, estamos observando a Nueva York", dijo Trump a periodistas el lunes, antes de citar también Baltimore, Filadelfia y Detroit. Chicago es "peor que Afganistán", denunció.

"Miren lo que está sucediendo. Todas gobernadas por demócratas, todas gobernadas por demócratas muy de izquierda, todas gobernadas por la izquierda radical. No podemos dejar que esto suceda", añadió.

El mismo lunes, alcaldes de seis grandes ciudades -Atlanta, Washington, Seattle, Chicago, Portland y Kansas City- dijeron en una carta al fiscal general William Barr y al secretario interino de Seguridad Interior, Chad E. Wolf, que los despliegues de tropas federales no solicitadas violan la Constitución.

Según la prensa local, el departamento de Seguridad Interior se apresta a enviar a Chicago 150 agentes esta semana, tras choques entre policías y manifestantes que buscaban derribar la estatua de Cristóbal Colón.

La portavoz de la Casa Blanca, Kayleigh McEnany, dijo el martes que Trump aún no ha tomado una decisión pero que el alcalde de Nueva York "claramente no puede controlar sus calles".

Las protestas en Nueva York han sido mayoritariamente pacíficas pero la ciudad registra un alza de la criminalidad tras la muerte de Floyd, sobre todo desde junio.

Los tiroteos están en alza de casi 61% este año, mientras los asesinatos han subido un 23%, según los últimos datos de la policía.

Oficiales con antigüedad en la policía de Nueva York, la mayor del país con 36.000 agentes, atribuyen el aumento de los crímenes a las nuevas reglas para controlar a la fuerza e impedir abusos, así como al derrumbe del ánimo de los agentes tras el asesinato de Floyd.

Algunos críticos sospechan que hay agentes que no están haciendo su trabajo para vengarse de manifestantes que piden desfinanciar a la policía.

La policía, por su lado, deplora las reformas y asegura que precisa más hombres.