Hombres armados hicieran estallar un coche bomba, entraron a un hotel, y se inmolaron. El atentado fue reivindicado por la rama del Estado Islámico en Libia

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27 de enero de 2015, 18:55 PM
27 de enero de 2015, 18:55 PM

Nueve personas, entre ellas cinco extranjeros, murieron el martes en el asalto a un conocido hotel de Trípoli, la capital de Libia, protagonizado por hombres armados que finalmente se han inmolado. El jefe de Gobienro libio estaba dentro del hotel.

Las fuerzas del orden libias rodeaban desde hacía unas horas el hotel Corinthia, muy frecuentado por extranjeros, después de que varios hombres armados hicieran estallar un coche bomba y mataran al menos a tres guardias de seguridad, antes de entrar en el establecimiento.

"Acorralados por las fuerzas de seguridad en el piso 24 del hotel, los asaltantes han hecho detonar el cinturón de explosivos que portaban", indicó el portavoz Isam Al Naas.

El ataque, que ha durado varias horas, fue reivindicado mientras seguía en curso por la rama libia del grupo Estado Islámico (EI). 

Un portavoz de los servicios de seguridad, Isam Al Naas, declaró luego que "los cinco extranjeros muertos en el ataque eran un estadounidense, un francés, dos mujeres filipinas y un surcoreano", pero dijo, a la agencia de noticias AFP, no poder precisar sus identidades.

El ministerio francés de Relaciones Exteriores confirmó la muerte de un ciudadano galo y condenó los ataques.

En el ataque, además de los cinco extranjeros y los tres guardias, una "persona tomada como rehén" falleció cuando los asaltantes se hicieron estallar, precisó el portavoz. Por el momento se desconoce su nacionalidad.

Al menos otras cinco personas resultaron heridas, según fuentes policiales, entre ellas dos empleadas filipinas que se vieron afectadas por la explosión.

El jefe del gobierno autoproclamado de Libia, Omar Al Hasi, sí se encontraba en el interior del hotel en el momento del ataque, pero fue evacuado y se encuentra a salvo, según Naas.

En un breve comunicado en Twitter, la rama del EI en Trípoli reivindicó el asalto al hotel mientras aún seguía en curso.

Inestabilidad política

En una primera reacción al ataque, la jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini, advirtió en un comunicado de que "no se debería permitir que estos ataques minen el proceso político".

Se refería a la nueva ronda de negociaciones auspiciadas por la ONU entre facciones rivales libias que comenzaron este lunes a implementar una hoja de ruta para crear un gobierno de unidad.

El lujoso hotel, centro de reunión de oficiales gubernamentales, empresarios extranjeros y diplomáticos, era considerado un lugar seguro y un oasis en medio del caos instaurado en la ciudad desde la caída del coronel Muamar Gadafi.

Allí se reunieron el primer ministro británico David Cameron y posteriormente el entonces presidente francés Nicolas Sarkozy
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con altos oficiales tras el cambio de régimen.

Las milicias que derrocaron al dictador Gadafi se disputan el territorio y las riquezas petroleras de Libia y controlan las dos ciudades más importantes del país, Trípoli y Bengasi (este).

La situación se ha agravado en los últimos meses, con la aparición de dos gobiernos y dos parlamentos paralelos.