El organismo de control nuclear de la ONU lleva meses pidiendo visitar el lugar. La confrontación bélica aumenta el "riesgo muy real de una catástrofe nuclear".

29 de agosto de 2022, 16:20 PM
29 de agosto de 2022, 16:20 PM

Un equipo del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) estaba este lunes rumbo a la central nuclear ucraniana de Zaporiyia, mientras que en el sur del país las tropas de Kiev lanzaron una contraofensiva para recuperar la ciudad de Jersón.

Desde que estalló la guerra, hace seis meses, las tropas rusas controlan la región costera de Jersón y su capital, del mismo nombre.

"Hoy hubo potentes ataques de artillería contra posiciones enemigas (...) en el conjunto del territorio de la región ocupada de Jersón. Es el anuncio de lo que lo esperábamos desde la primavera: el inicio del fin de la ocupación" de esta zona del sur de Ucrania, dijo en televisión Serguii Khlan, diputado local y consejero del gobernador regional.

Por su parte, el Ministerio de Defensa ruso dijo que había repelido los ataques en las regiones de Jersón y Mikolaiv e infligido "fuertes pérdidas" a las fuerzas ucranianas. 

La ciudad de Jersón se encuentra a unos 200 kilómetros al suroeste de la planta nuclear de Zaporiyia --la mayor central nuclear de Europa-, que también fue ocupada por las tropas rusas desde principios de marzo.  

El lunes, el director general de la OIEA, Rafael Grossi, dijo en Twitter que una misión de apoyo y asistencia del OIEA estaba "en camino" a Zaporiyia y que el equipo llegaría "esta semana". 

El organismo de control nuclear de la ONU lleva meses pidiendo visitar el lugar, advirtiendo del "riesgo muy real de una catástrofe nuclear".

Las Naciones Unidas piden el cese de toda actividad militar en la zona que rodea el complejo. 

Ucrania temía inicialmente que una visita del OIEA legitimara la ocupación rusa del emplazamiento pero finalmente apoyó la idea de una misión. 

"Chantaje radioactivo" 

Rusia y Ucrania se atribuyen mutuamente la responsabilidad de los ataques en torno a la central de seis reactores nucleares situada cerca de la ciudad de Energodar, a orillas del río Dniéper. 

Las tropas rusas "siguieron disparando contra Energodar y la central nuclear de Zaporiyia" el domingo, hiriendo a 10 personas, entre ellas cuatro trabajadores de la planta, informó el lunes la agencia nuclear ucraniana Energoatom, que advierte del riesgo de una fuga radioactiva.

El Ministerio de Defensa ruso acusó el domingo a las tropas ucranianas de bombardear las inmediaciones de la central, afirmando que había derribado un "dron de ataque ucraniano" que se acercaba a una zona de almacenamiento de combustible nuclear y residuos radiactivos. 

El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, pidió a la comunidad internacional "presionar" a las fuerzas ucranianas para reducir la tensión en torno a la central y "dejar de poner en peligro al continente europeo bombardeando".

Peskov dijo que Rusia consideraba la visita del OIEA como "necesaria" y que llevaba "mucho tiempo esperando esta misión", insistiendo en que garantizaría su seguridad ante los riesgos "constantes". 

Por su parte, el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, pidió el lunes sanciones contra la agencia estatal rusa de energía nuclear Rosatom por la ocupación de la central. 

"No es normal que no haya sanciones contra Rosatom por su chantaje radioactivo en la central nuclear de Zaporiyia", dijo. 

"Los rusos son los únicos terroristas del mundo que han conseguido convertir una central nuclear en un campo de batalla", aseguró.

"La amenaza es total" 

Energoatom dijo el lunes que los rusos habían "aumentado la presión sobre el personal de la planta para evitar que revelaran [al OIEA] las pruebas de los crímenes de los ocupantes en la planta y su uso como base militar". 

Los países industrializados del G7 exigieron por su parte el libre acceso del equipo del OIEA para "relacionarse directamente, y sin interferencias, con el personal ucraniano responsable del funcionamiento de estas instalaciones". 

Ucrania fue el escenario de la peor catástrofe nuclear del mundo, en 1986, cuando un reactor de la central de Chernóbil, en el norte del país, explotó y arrojó radiación a la atmósfera. 

Energoatom advirtió el lunes que una fuga propagaría la radiación en zonas del sur de Ucrania y regiones del suroeste de Rusia. 

Estados Unidos instó el lunes al cierre total de la central y volvió a pedir la creación de una zona desmilitarizada alrededor de la instalación. 

Por otra parte los investigadores rusos informaron que un exdiputado ucraniano antiguamente pro-Zelenski, Alexéi Kovalev, que se había unido a la administración local respaldada por Moscú en Jersón, había sido asesinado a tiros en su casa el domingo. 

El Ayuntamiento de Zaporiyia dijo haber distribuido desde el 23 de agosto comprimidos de yodo a los habitantes en un radio de 50 km alrededor de la central, conforme a las instrucciones del Ministerio de Salud, aunque indicó que solo debían usarse en caso de alerta de radiaciones.

Mientras tanto, los habitantes se preparaban para lo peor. "Sabe, vivimos el accidente de Chernóbil, la amenaza era muy grande, pero sobrevivimos, gracias a Dios. Hoy, la amenaza es total, al 100%", dijo Katerina, una jubilada.