La Justicia peruana despenaliza la eutanasia para el caso de Ana Estrada, la primera persona en pedir públicamente en Perú el derecho a decidir el momento en el cual morir dignamente

25 de febrero de 2021, 10:25 AM
25 de febrero de 2021, 10:25 AM

La Corte Superior de Justicia de Lima, Perú (CSJL), a través de una resolución, ordenó este jueves al Ministerio de Salud y al Seguro Social de Salud respetar la decisión de Ana Estrada, de poner fin a su vida a través del procedimiento técnico de la eutanasia.

“Declarar fundada en parte la demanda interpuesta por la Defensoría del Pueblo, en beneficio de doña Ana Estrada, contra el Ministerio de Justicia, el Ministerio de Salud y el Seguro Social de Salud del Perú, al considerarse afectados los derechos a la dignidad, autonomía, libre desarrollo de su personalidad y de la amenaza de no sufrir tratos crueles e inhumanos”, declara la sentencia.

Se inaplique el artículo 112° del Código Penal vigente, para el caso; por lo que los sujetos activos, no podrán ser procesados, siempre que los actos tendientes a su muerte en condiciones dignas, se practiquen de manera institucional y sujeta al control de su legalidad, en el tiempo y oportunidad que lo especifique; en tanto ella, no puede hacerlo por sí misma”, indica.

El diario peruano El Comercio, indica que el fallo ordena al Ministerio de Salud respetar la decisión de Ana Estrada de morir con dignidad a través del proceso de la eutanasia, mediante la acción de un médico de suministrar de manera directa (oral o intravenosa), un fármaco destinado a poner fin a su vida, u otra intervención médica destinada a tal fin.

Asimismo, otorga un plazo de 7 días, para que las autoridades en salud conformen comisiones médicas interdisciplinarias, con reserva de la identidad de los médicos y con respeto de su objeción de conciencia, si fuere el caso.

“El Seguro de Salud deberá formar dos comisiones, siendo la primera la que tendrá como función la elaboración de un plan que especifique los aspectos asistenciales y técnicos de la decisión tomada y un protocolo de cumplimiento de su derecho a la muerte digna y otra comisión que cumpla con practicar la eutanasia propiamente dicha”, publica el diario peruano.

Agrega que el Ministerio de Salud formará una comisión para que apruebe el plan que especifique los aspectos asistenciales y técnicos, elaborados por la comisión del Seguro de Salud.

La sentencia, también, señala que el Seguro de Salud deberá brindar todas las condiciones administrativas, prestacionales y sanitarias para el ejercicio del derecho a la muerte en condiciones dignas de Ana Estrada a través de la eutanasia, lo que deberá ejecutarse dentro de los 10 días hábiles contados a partir del momento o fecha en que ella manifieste su voluntad de poner fin a su vida.

El caso 

Estrada fue detectada con una enfermedad degenerativa llamada polimiositis a la edad 12 años. Aún así pudo estudiar Psicología y trabajar hasta que esta condición le quitó esas posibilidades. Actualmente, apenas puede moverse, pues se encuentra en un estado de dependencia muy alta, con 20 horas al día postrada en cama.

Desde hace un año, se ha convertido en activista de su propia causa, y desde su blog titulado “Ana Busca La Muerte Digna” escribe sobre la necesidad de crear consciencia respecto al derecho que reclama.

Ella informó en diciembre del 2020 que la acción de amparo que presentó la Defensoría ante la Corte Superior de Justicia para que se respete su derecho a una muerte digna se vio retrasada por la instauración del estado de emergencia. La audiencia de su caso está programada para este jueves 7 de enero.

¿Quién es Ana Estrada?

Ana Estrada, es una psicóloga de 44 años y es activista de su propia causa. Ella ama la vida, pero sabe y siente -cada día- que su enfermedad avanza y, por ello, demandó al Estado para que haga prevalecer su derecho a morir con dignidad, pues no quiere ver cuando su vida se convierta en un “infierno” por las escaras y amputaciones.

“No quiero estar atada las 24 horas a una cama, ni soportar dolorosas úlceras en la piel, que se profundizan hasta ver los huesos y que supuran pus. Eso solo sería el comienzo de sendas infecciones, más medios invasivos y amputaciones y no moriré. Este infierno será eterno y mi mente estará totalmente lúcida para vivir cada dolor en una cama de hospital sola y queriendo morir”, dice la joven, psicóloga de profesión, en su blog Ana Busca la Muerte Digna.

“Mi cuerpo se sigue deteriorando. Cada día estoy perdiendo más fuerza. Dependo más del ventilador, me agoto más para deglutir y en general para todas las actividades diarias. Necesito la garantía de parte del Estado para elegir cuándo y en qué condiciones morir. Ayúdenme a lograrlo”, dijo hace unos días al diario Perú 21.