Dinamarca, los Países Bajos y Suecia están retomando su vida anterior a la pandemia, a pesar de los riesgos de la variante Delta. ¿Cuál es su secreto?

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17 de septiembre de 2021, 16:25 PM
17 de septiembre de 2021, 16:25 PM

En algunas partes de Europa, ya es posible disfrutar de una vida social como la de los días anteriores a la pandemia, o al menos una versión cercana a ella. En los Países Bajos, las personas totalmente vacunadas pueden ir a bailar a clubes y fiestas abarrotadas, sin tener que mantener la distancia social.

Dinamarca abandonó todas las restricciones impuestas por Covid-19, convirtiéndose en el primer país de la UE que vuelve por completo a la vida cotidiana anterior a la pandemia. Ya no se necesitan mascarillas, y ni siquiera pruebas de vacunación para ir a conciertos o gimnasios.

A finales de agosto, el ministro de Sanidad danés, Magnus Heunicke, declaró que el Gobierno ya no considerará el Covid-19 como una "enfermedad socialmente crítica". Este planteamiento puso fin al derecho del Gobierno a aplicar medidas como los cierres nacionales y la exigencia de pases de coronavirus.

Se unirá a esa lista Suecia, que ha destacado entre los países europeos por su respuesta relativamente indiferente a la pandemia. La ministra de Sanidad y Asuntos Sociales, Lena Hallengren, anunció, a principios de este mes, que la mayoría de las restricciones, incluidas las limitaciones a las reuniones privadas y públicas, y la recomendación de trabajar desde casa, se eliminarán a finales de septiembre.

Quienes viajen a estos países deben someterse a pruebas y permanecer en cuarentena a su llegada, si no están totalmente vacunados.

La variante Delta sigue extendiéndose por Europa

Tanto Dinamarca como Suecia tienen un nivel de vacunación relativamente alto. Según el proyecto Our World in Data, de la Universidad de Oxford, en Dinamarca, el 80 por ciento de los adultos que cumplen los requisitos están totalmente vacunados, y en Suecia, más del 70 por ciento.

"Entre los más vulnerables de nuestros pacientes y ciudadanos, la tasa de vacunación es de más de nueve de cada diez", declaró a DW Allan Randrup Thomsen, virólogo de la Universidad de Copenhague.

En los Países Bajos, la tasa de vacunación se mantiene en torno al 60 por ciento, pero las autoridades neerlandesas afirman que la concesión de más libertad a los ciudadanos, junto con el mandato de vacunación, ha impulsado el desarrollo de la vacunación, según la emisora pública NOS.

La relajación de las restricciones llega en un momento en que las tasas de infección están aumentando en muchos países de la UE y del resto del mundo, sobre todo, debido a la variante Delta, más contagiosa. La última actualización del mapa del Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades (ECDC) muestra muchas menos "zonas rojas", pero también indica los países que se han visto obligados a reimponer algunas de las restricciones.

El mapa pone de manifiesto la situación radicalmente diferente de la pandemia de Covid-19 en los países de la UE. En los países en los que el proceso de vacunación es más lento, la pandemia sigue haciendo estragos.

Con sólo el 20 por ciento de su población vacunada, Bulgaria ha tenido que limitar la vida social. A pesar del aumento de los contagios, la mayoría de los países balcánicos prácticamente no tienen restricciones. Y las que hay, no se respetan.

Pero incluso los países con mayores tasas de vacunación están experimentando un aumento de las infecciones. A pesar de haber vacunado a cerca del 60 por ciento de sus adultos, Austria está experimentando un aumento de sus nuevos casos de infección, y ha reducido el periodo de validez de las pruebas PCR negativas, cuyo resultado es obligatorio para entrar en la mayoría de los lugares públicos.

Noruega, país escandinavo vecino de Dinamarca y Suecia, está atravesando una nueva oleada de infecciones, a pesar de tener una tasa de vacunación cercana al 70 por ciento.

Receta para acabar con el covid: confiar en el Gobierno y mantener los hospitales abiertos

A finales de mayo, el Gobierno danés presentó su pase de vacunación, en forma de una app, un código QR impreso o una barra verde para las personas que habían dado negativo en las pruebas. La imposición de estas medidas en muchos países europeos, como Francia, Italia y Grecia, provocó resistencia.

Las autoridades danesas han dicho en repetidas ocasiones que han podido eliminar la restricción porque los daneses han seguido sus indicaciones. Suecia, Países Bajos y Dinamarca gozan de un alto nivel de confianza en las autoridades.

Otro factor que parece haber tranquilizado a las autoridades de Dinamarca, Suecia y Países Bajos para levantar las restricciones, a pesar de los riesgos impuestos por la variante Delta, es que cuentan con suficiente capacidad hospitalaria.

El gabinete holandés, por ejemplo, controlará el número de ingresos hospitalarios y en unidades de cuidados intensivos (UCI) relacionados con Covid-19, en lugar de fijarse en el número de infecciones, dijo el ministro de Sanidad, Hugo de Jonge, en una carta al Parlamento, según informó la cadena pública NOS.

Los políticos y dirigentes en los tres países parecen estar buscando un equilibrio. En un lado de la balanza, está contener al Covid-19 con restricciones y protecciones. En el otro, reanudar la vida prepandémica. Las altas tasas de vacunación les han dado la posibilidad de contener los peores efectos del COVID-19 -hospitalización y muerte- poniendo menos peso en el lado de las restricciones.