Uno de los reactores de la central nuclear EPR en Taishan, al sur de China, está bajo vigilancia luego de un aumento de la concentración de ciertos gases en el circuito primario

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15 de junio de 2021, 11:54 AM
15 de junio de 2021, 11:54 AM

Por RFI

En Taishan, al sur de China, el grupo francés EDF y el operador chino CGH son socios en un proyecto de central nuclear de nueva generación EPR. En esa central nuclear hay una posible fuga, informó CNN. Esta situación es embarazosa para franceses y chinos.  

Los problemas que está enfrentando una central de nueva generación EPR en China no son una buena noticia para el grupo energético francés EDF ni para el operador chino CGN.

Uno de los reactores de esa central nuclear está bajo vigilancia luego de un aumento de la concentración de ciertos gases en el circuito primario. 

Sin embargo, tanto EDF como CGH se mostraron confiados y precisaron que las emisiones de gas al aire no exceden los límites autorizados. 

Según CNN, en efecto, las autoridades de seguridad chinas habrían controlado los límites aceptables de radiación en el exterior de la central, lo que evita suspender la actividad. 

"La presencia de algunos gases nobles en el circuito primario es un fenómeno conocido, estudiado y previsto por los procedimientos de explotación de los reactores", señalo también EDF e insistió que "no se trata de contaminaciones, sino de vertidos controlados". 

Amenaza radiológica 

Ese lenguaje tranquilizador contrasta, sin embargo, con el tono de la carta enviada por los franceses al Gobierno de Estados Unidos y a la cual tuvo acceso CNN. 

De hecho, fue a partir de una carta enviada por el grupo nuclear francés Framatome al departamento de Energía estadounidense el 8 de junio, que la cadena de televisión reveló un posible "escape" en la central. 

Al parecer Framatome se dirigió a Estados Unidos para solicitar asistencia técnica para resolver "una amenaza radiológica inminente".

EDF, que estaba al corriente de la posible fuga desde octubre, fue informado el sábado pasado sobre un alza de la concentración de gas. 

Este problema, en medio del silencio de las autoridades chinas, ha suscitado críticas contra los proyectos de EPR cuyos trabajos están retrasados tanto en Francia como en Reino Unido y Finlandia. 

Un investigador del University College de Londres, Paul Dorfman, estimó que las autoridades nucleares chinas y las empresas francesas tal vez actuaron de mala fe al no dar a conocer de inmediato el problema. 

Sin embargo, para Nicolas Mazzuchi, investigador de la Fundación para la Investigación Estratégica, es "demasiado pronto para sacar conclusiones de este caso".

Para este investigador, miembro de ese think tank con sede en Francia, "todo esto es sobre todo una mala noticia para el sector nuclear chino ya que puede afectar su imagen internacional y de paso beneficia a Estados Unidos, país que está en confrontación con China y aprovecha cualquier oportunidad para criticar a Pekín".