Millones de personas en todo el mundo han logrado inmunizarse con la vacuna de BioNTech. Ahora, los tres desarrolladores, dos mujeres y un hombre, reciben uno de los premios médicos más prestigiosos de Alemania

21 de septiembre de 2021, 16:30 PM
21 de septiembre de 2021, 16:30 PM

"Ugur Şahin, Özlem Türeci y Katalin Karikó reciben el Premio Paul Ehrlich y Ludwig Darmstaedter 2022 por su visión y perseverancia en el desarrollo del ARN como principio terapéutico", dijo Thomas Boehm, presidente de la Fundación Paul Ehrlich. Los tres científicos se han complementado en sus trabajos. "Una combinación decisiva para su éxito", agrega Boehm.

El objetivo de los premiados era, inicialmente, desarrollar y avanzar en nuevas terapias contra el cáncer. "Imagine poder individualizar la terapia para cada paciente con cáncer, en función de las características genéticas de cada tumor. Imagínese que esta terapia individualizada contra el cáncer fuera reproducible, oportuna y poco costosa de producir. Queremos cambiar el paradigma del tratamiento de los pacientes de cáncer en todo el mundo", explicó Şahin, de BioNTech. Uğur Şahin y su esposa, Özlem Türeci, ambos provenientes de familias de inmigrantes de Turquía, fundaron BioNTech, con sede en Maguncia, Alemania, en 2008.

Medicina oncológica localizada

En BioNTech, la atención se centró durante mucho tiempo en el desarrollo de tecnologías del ARN, aunque la mayoría de los científicos de la época estaban especializados en la investigación del ADN. "El problema con el ARN es que es una molécula muy inestable y, por tanto, parecía inadecuada como agente activo”, explica Boehm. Los liposomas transportan el ARN de forma segura a las células que desencadenan la respuesta inmunitaria en el organismo.

Debido a la corta vida del ARN, un organismo puede reaccionar rápidamente a los cambios de condiciones y adaptar su programa genético en consecuencia. Lo que es ventajoso en el organismo causa problemas en la práctica terapéutica. Así que, para producir una vacuna eficaz basada en el ARN mensajero (ARNm), los investigadores tuvieron que idear algo.

ARN envuelto en gotas de grasa

"El truco consiste en empaquetar este ARN en gotas de grasa, en liposomas. Esto conserva el ARN como en una bolsa de plástico y lo protege de las enzimas que lo atacarían y destruirían", aclara Boehm.

Cuando la pandemia comenzó, en enero de 2020, Şahin y Türeci centraron su trabajo científico en la búsqueda de una vacuna contra la infección producida por el coronavirus, hasta entonces desconocida. En aquel momento, probablemente nadie creía que BionNTech tardaría menos de un año en desarrollar una prometedora vacuna de ARNm.

En primer lugar, los investigadores tuvieron que averiguar cuál era la información genética del nuevo coronavirus. "Ya sabían cómo empaquetar el ARN, por lo que los científicos pudieron producir las moléculas de ARN correspondientes para la producción de una vacuna de ARN en pocas semanas. Esta es una de las principales ventajas de una vacuna de ARN. Se puede producir en grandes cantidades prácticamente de un día para otro", dice Boehm.

BioNTech hace historia

La empresa BioNTech y sus fundadores han hecho historia en la medicina. "Este rápido desarrollo de una vacuna es único", dice Boehm. La empresa BioNTech desarrolló una vacuna protectora en un tiempo récord, basada en el uso del ARNm", subraya Boehm.

Justo antes de la Navidad de 2020, BioNTech, junto con la empresa farmacéutica estadounidense Pfizer, recibió la aprobación de la UE para su vacuna, que sigue desempeñando un papel crucial en la contención mundial de la pandemia de SARS-CoV2. Pero su investigación sobre el cáncer también sigue ocupando una gran parte de su investigación. Con el éxito de BioNTech, los dos investigadores cuentan ahora con la financiación necesaria.

Katalin Karikó, una especialista en ARNm

El propio Şahin subraya que no esto no es solo el resultado de su éxito personal, sino el de muchos científicos e investigadores. Entre ellos, la ganadora del tercer premio, la húngara Katalin Karikó. Karikó, bioquímica, especializada en ARNm, nunca perdió de vista su objetivo, ni siquiera en la década de 1990, cuando predominaba la investigación sobre el ADN.

Debido a su inestabilidad, el uso del ARN no parecía realista y los proyectos tenían grandes problemas de financiación. La científica perseveró en sus investigaciones sobre el papel de la sustancia mensajera ARNm. Karikó fue fundamental en este desarrollo y, finalmente, en el desarrollo de la vacuna.

Una historia de éxito de migrantes en Alemania

Şahin llegó a Alemania con su madre a los cuatro años desde İskenderun (Turquía), para reunirse con su padre en la ciudad de Colonia. Fue a la escuela en la metrópoli a orillas del Rin, después hizo allí su bachillerato y estudió en la Universidad de Colonia, donde se doctoró en Medicina en 1990. Allí trabajó como internista y oncólogo en el Hospital Universitario hasta el año 2000, y adquirió la habilitación como docente en la cátedra de Medicina Molecular e Inmunología en 1999.

Otras de las estaciones de su carrera fueron el Instituto de Inmunología Experimental del Hospital Universitario de Zúrich y el Hospital Universitario de Maguncia. En 1992 se trasladó a la Universidad del Sarre, en Homburg, donde conoció a su esposa, Özlen Türeci. Poco después, ambos se fueron a Maguncia, donde Özlen Türeci obtuvo la habilitación en Medicina Molecular en 2002. Ambos científicos se centraron en la investigación del cáncer y el desarrollo de inmunoterapias contra este mal.

Los tres investigadores han recibido ya varios premios internacionales. Ahora se les otorgará el renombrado Premio Paul Ehrlich y Ludwig Darmstädter 2022. Este se entregará el 14 de marzo de 2022 en la Paulskirche de Fráncfort. El premio de Medicina más prestigioso de Alemania está dotado con 120.000 euros.