Ambos países mantienen una conversaciones de paz en Gómel (Bielorrusia). Putin exigió el reconocimiento de Crimea y la desmilitarización de Ucrania

28 de febrero de 2022, 12:17 PM
28 de febrero de 2022, 12:17 PM

Delegaciones de Rusia y Ucrania estaban reunidas este lunes en sus primeras negociaciones desde el inicio de la invasión de tropas rusas, que continúan con su ofensiva a pesar del pedido del presidente ucraniano Volodimir Zelenski de un alto el fuego "inmediato".

La invasión decidida por Vladimir Putin desató una cascada de sanciones de los países occidentales y sus aliados que incluyen bloqueos al acceso al sistema financiero, pero también un cierre del espacio aéreo para los aviones rusos. Muchos países ofrecieron armas a Ucrania, pero insistieron en que no se involucrarán militarmente.

"Rusia y Ucrania están manteniendo las primeras conversaciones", dijo la agencia bielorrusa Beta  al referirse al encuentro que se celebran en la región de Gómel, en Bielorrusia, cerca de la frontera con Ucrania, y que coinciden con un aumento de la resistencia de Kiev al avance ruso.

Ucrania exige un alto al fuego y la retirada de las tropas rusas y Volodimir Zelenski, en redes sociales, urgió a los invasores que "depongan las armas" y "salven sus vidas". 

Zelenski, con una ágil presencia mediática durante la crisis, también pidió a la Unión Europea (UE) que admita inmediatamente a su país en el bloque, pero en Bruselas "hay diferentes opiniones" al respecto, respondió el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel. 

Por su parte el jefe negociador ruso, Vladimir Medinski, afirmó que su país "busca un acuerdo", pero que "tiene ser en el interés de las dos partes". 

De su lado, Putin exigió este lunes a su homólogo francés, Emmanuel Macron, el reconocimiento de Crimea como territorio ruso y la desmilitarización y "desnazificación" de Ucrania como condiciones preliminares a una resolución del conflicto, indicó el Kremlin en un comunicado tras una conversación telefónica entre ambos mandatarios.

La agencia de prensa bielorrusa difundió imágenes de la sala de negociaciones, con una larga mesa cubierta con un mantel blanco, una decenas de sillas de cada lado y banderas de los tres países de fondo.

"Pueden sentirse en total seguridad, es nuestra sagrada responsabilidad", declaró a las delegaciones el jefe de la diplomacia bielorrusa, Vladimir Makei.

El gobierno de Bielorrusia, donde se encuentran estacionadas importantes fuerzas rusas, hizo ratificar por referendo el domingo enmiendas a su Constitución que abren la puerta a la nuclearización del país.

El jefe de la diplomacia europea Josep Borrell juzgó este acontecimiento como "muy peligroso", porque "significa que Rusia instalará armas nucleares en Bielorrusia".

Sin victoria contundente  

En el terreno, los ucranianos parecen aumentar su resistencia frente a los rusos, que todavía no logran anunciar ninguna victoria contundente. 

El lunes, las autoridades ucranianas afirmaron que los rusos intentaron varias veces durante la noche un asalto contra la capital Kiev, en donde el toque de queda se levantó la mañana del lunes.

En la ciudad se formaron largas colas fuera de los supermercados, donde la población mostraba agotamiento y turbación. En las calles brigadas de voluntarios con lazos amarillos y azules con los colores nacionales levantaron barricadas improvisadas.

"Los rusos saben muy bien que nuestra tierra les quema bajo los pies", afirmó a la AFP Pavlo Krasnopruov, un actor que hoy está listo para combatir.

El ejército ruso afirmó que los civiles podían irse "libremente" de Kiev y acusó al gobierno ucraniano de utilizarlos como "escudos humanos".

La invasión rusa se torna "cada vez más brutal", afirmó este lunes Borrell. "Las fuerzas ucranianas responden con coraje. Kiev resiste, así como Mariúpol y Járkov", dijo Borrell. Macron pidió a Putin que evite atacar civiles.

Justamente, al menos 11 civiles habrían muerto durante bombardeos rusos sobre barrios residenciales de Járkov, la segunda ciudad de Ucrania, cercana a la frontera rusa, anunció el gobernador regional.

La presidencia ucraniana afirmó que la ciudad de Berdiansk, en el mar de Azov, está "ocupada" y el ejército ruso afirmó que tiene rodeada a la localidad de Jersón, más al oeste del país. 

Ambas ciudades están cerca de la península de Crimea, que Rusia anexó en 2014 y desde la cual lanzó una de sus varias fuerzas de invasión.

El balance del conflicto sigue siendo incierto y Ucrania informó de 200 civiles y decenas de militares muertes desde el jueves, incluyendo a 16 niños. 

Por su parte la ONU registró 102 civiles muertos, incluyendo a 7 niños y a 304 heridos, pero advirtió que las cifras reales pueden ser "considerablemente" más altas.

Putin afirma que las acciones de sus tropas se justifican para defender a los separatistas prorrusos en el este de Ucrania. Los rebeldes han enfrentado al gobierno ucraniano por ocho años, en un conflicto que ha cobrado 14.000 vidas.

Tanto las conversaciones como el conflicto en el terreno están marcado por la amenaza lanzada el domingo por Putin que ordenó la puesta en alerta máxima de las fuerzas de disuasión nuclear.

Estados Unidos calificó la orden de Putin como "totalmente inaceptable" y el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, tildó la actitud de Moscú de "irresponsable".  

Nuevas sanciones 

Cada vez más países adoptan sanciones contra Moscú. Este lunes, Suiza indicó que adoptaba de manera "completa" las medidas decididas por la UE y Japón anunció sanciones contra el presidente de Bielorrusia y el banco central de Rusia.

Estas medidas sin precedentes contra Moscú provocaron una debacle en los mercados rusos y el rublo se depreció con fuerza, obligando a suspender los intercambios. Para sostener la economía nacional, el Banco Central de Rusia subió 9,5 puntos hasta un 20% la tasa directriz. 

El presidente Putin se concentraba este lunes en los problemas económicos, según su portavoz Dmitri Peskov.

Rusia anunció que prohíbe a sus residentes transferir divisas al extranjero y que sus exportadores deberán a convertir el 80% de sus ingresos en rublos, dijo el Kremlin.

Además, como respuesta a parte de las medidas occidentales, Rusia anunció este lunes que restringió los vuelos de compañías aéreas de 36 países, entre ellos Reino Unido, Canadá y numerosos países de la UE, que habían cerrado su espacio aéreo a los aviones rusos.

En medio de esta situación cada vez más compleja y tensa, El Departamento de Estado estadounidense recomendó a sus ciudadanos abandonar Rusia "inmediatamente".

En el ámbito de las instituciones internacionales, la Asamblea General de la ONU inició este lunes con un minuto de silencio en memoria de las víctimas de la invasión una sesión de emergencia para discutir el conflicto.

En Ginebra, el Consejo de Derechos Humanos de la ONU aprobó este lunes la celebración de un debate urgente el jueves, a petición de Kiev y apoyado por una amplia coalición de países. Tras este anuncio, el canciller ruso Serguéi Lavrov anuló el viaje que tenía planeado a Suiza para participar en ese encuentro.

Un masivo éxodo

En tanto, el éxodo de refugiados continúa y según la agencia de la ONU para los refugiados ACNUR, desde el jueves cerca de 500.000 personas huyeron hacia los países vecinos. La UE espera que este conflicto deje siete millones de desplazados. 

La mayoría de los refugiados partieron hacia Polonia, donde hay una importante comunidad de inmigrantes ucranianos, pero también llegaron a Rumania, Eslovaquia y Hungría. 

El primer ministro húngaro, Viktor Orban, que es conocido por sus duras posiciones contra los inmigrantes, relajó las restricciones contra los demandantes de asilo durante el fin de semana y en la frontera los húngaros intentaron confortar a los desplazados con comida o con ofertas de alojamiento.