Según las ONG, las audiencias en línea impiden a los acusados defenderse bien en juicios a menudo interrumpidos por cortes de internet. 177 personas fueron condenadas a la pena capital en 2020

23 de abril de 2021, 8:55 AM
23 de abril de 2021, 8:55 AM

Indonesia ha condenado, desde el inicio de la pandemia, a decenas de presos a la pena de muerte por Zoom u otras aplicaciones de video, en juicios "crueles" que pueden perjudicar a la defensa, según militantes de derechos.

Este país del sudeste asiático organiza procesos en línea desde que las restricciones por la pandemia del covid-19 obligaron a los tribunales a renunciar a la mayoría de las audiencias públicas, en particular en casos de drogas o de asesinatos que pueden generar penas capitales.

La pandemia no ha frenado el número de condenas a muerte pronunciadas en Indonesia, al contrario: al menos 177 personas fueron condenadas a la pena capital en 2020, según Amnistía Internacional, contra 80 el año precedente.

En un centenar de casos el año pasado, los jueces solo vieron el rostro de los acusados a través de una pantalla.

La mayoría de los condenados a muerte lo son por tráfico de drogas, muy severamente castigado en el país, que tiene la mayor población musulmana del mundo.

En abril, 13 miembros de un red de traficantes, entre ellos tres iraníes y un paquistaní, fueron condenados a muerte a través de internet, por haber transportado a Indonesia 400 kilos de metanfetamina.

El miércoles un tribunal de Yakarta condenó, vía video, a seis militantes islamistas a la pena capital por su rol en revueltas carcelarias en 2018 que causaron cinco muertos entre las fuerzas de seguridad.

"Las audiencias virtuales socavan los derechos de los acusados que corren el riesgo de la pena de muerte", se lamenta Usman Hamid, director de Amnistía Internacional en Indonesia, consultado por la AFP.

"La pena capital siempre es un castigo cruel, pero esta tendencia a dictarla en línea agrega injusticia y crueldad", asegura.

Defensa comprometida

El número de ejecuciones y condenas a muerte ha disminuido este año en todo el mundo, según el informe anual de Amnistía Internacional publicado esta semana. Pero Indonesia es una excepción, con un alza de las penas de muerte pronunciadas respecto a años anteriores.

Según las ONG, las audiencias en línea impiden a los acusados defenderse bien en juicios a menudo interrumpidos por cortes de internet, u otros problemas técnicos.

"Las plataformas virtuales (...) presentan el riesgo de importantes violaciones al derecho a un juicio justo, y afecta a la calidad de su defensa" asegura la ONG Harm Reduction International.

Varios abogados se han quejado de no haber podido hablar con sus clientes debido a las restricciones causadas por la pandemia.

Y las familias de los acusados se han visto a menudo impedidos de asistir a las audiencias que, en tiempo normal, están abiertas al público.

Moratorias

La comisión de control del sistema judicial pidió a la Corte Suprema que autorizara de nuevo las audiencias en persona ante los tribunales.

Hay pocos datos disponibles sobre el número de penas capitales pronunciadas en línea en todo el mundo. Indonesia se distingue por el gran número de este tipo de sentencias.

Singapur, donde el tráfico de droga y el asesinato son pasibles de la pena de muerte, pronunció al menos una pena de muerte desde el inicio de la pandemia.

Indonesia no ha procedido a una ejecución desde 2016, aplicando una moratoria de facto, pero su sistema judicial sigue dictando decenas de penas capitales cada año.

En total, cerca de 500 personas, entre ellas decenas de extranjeros, están en el corredor de la muerte en Indonesia, según Amnistía Internacional.