La comunidad Ahmadía tiene 15 millones de seguidores en 200 países. Realiza un encuentro mundial en Londres, llamado Jalsa Salana. La ciudad tiene un alcalde islámico: Sadiq Khan

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14 de agosto de 2016, 20:54 PM
14 de agosto de 2016, 20:54 PM

La primera ministra del Reino Unido, Theresa May, convocó ayer a las comunidades islámicas a trabajar por la paz y saludó la convención de la comunidad islámica Ahmadía en su 50 aniversario tras el encuentro mundial Jalsa Salana realizado en la localidad de Alton en los últimos tres días, a 80 kilómetros de Londres.

“El Jalsa Salana es una oportunidad para celebrar la enorme contribución que realiza la comunidad Ahmadía a nuestra sociedad, especialmente por la ayuda a los sectores más necesitados como al diálogo entre los diferentes credos religiosos durante el Ramadán”, indicó May en una carta enviada ayer al encuentro en el que están congregados más de 30.000 islámicos de todo el mundo.

Fanatismo
La primera ministra recordó que, en marzo de este año, la sociedad británica fue sacudida por el asesinato de Asad Shah, un seguidor de la comunidad Ahmadía, en Escocia, a manos de un fanático suní. “Shah era un hombre apasionado por la paz y el entendimiento entre las diferentes comunidades, valores que definen claramente a los ahmadíes, pero también a nuestra nación”, explicó la primera ministra.

Asad Shah fue apuñalado 30 veces frente al quiosco que atendía en Glasgow. Había nacido hace 40 años en Pakistán y llegó a la capital escocesa con su familia a finales de los noventa. Era miembro de la comunidad pacifista Ahmadía cuyo lema reza “Amor para todos, odio para nadie”.

El extremismo suní condena y persigue a ese movimiento, que agrupa a unos 15 millones de fieles desperdigados por todo el mundo. Los consideran sacrílegos porque sostienen que su fundador, el gurú indio Mirza Ghulam Ahmad (1835-1908), fue un profeta posterior a Mahoma y el mesías prometido. Se cree que un suní de 32 años mató a Shah en represalia por felicitar por Semana Santa a los cristianos en Facebook.

Shah había subido un mensaje a la red social Facebook: “Una buena Pascua y una feliz Semana Santa, especialmente para mi querida nación cristiana. Sigamos los pasos del amado y sagrado Jesucristo para lograr el éxito en los dos mundos”. Momentos antes había escrito: “Amor incondicional a todos los seres humanos”. Horas después fue asesinado.
En Escocia viven unos 77.000 musulmanes, que suponen el 1,4% de la población. Asad logró montar su propio negocio, Shah’s Newsagents, el típico quiosco con prensa, bebidas y algo de alimentación, situado con su rótulo verde en el barrio de Shawlands. Es recordado como un musulmán devoto, que vestía al modo paquistaní, muy popular y siempre con una sonrisa en el rostro.

Contra el terrorismo
El líder de la comunidad, Masroor Ahmad, destacó que los sectores fundamentalistas son una minoría y que no son seguidores del Corán, sino del mal. El líder ahmadí destacó que su organización condenó todos los ataques terroristas realizados por el Estado Islámico y Al Qaeda en los últimos años.

Resaltó que la única forma de frenar el terrorismo es la educación y el diálogo entre naciones y religiones. “El profeta Mahoma exigía no imponer la religión, sino a pelear por la verdad a través del encuentro con los que piensan diferente”, dijo