Renuncia funcionario clave en lucha contra fuerte inflación en Argentina
El secretario de Comercio Interior de Argentina, Roberto Feletti, a cargo de las medidas de control de precios, renunció este lunes a su cargo por "discrepancias" con las políticas del gobierno en el combate a una inflación de más de 60% anual
El secretario de Comercio Interior de Argentina, Roberto Feletti, a cargo de las medidas de control de precios, renunció este lunes a su cargo por "discrepancias" con las políticas del gobierno en el combate a una inflación de más de 60% anual.
"Son discrepancias sobre el sendero trazado y sobre las herramientas económicas seleccionadas las que hoy me llevan a tomar esta decisión", escribió Feletti en su carta de renuncia publicada en redes sociales.
Feletti ha defendido reiteradamente el aumento de los impuestos a las exportaciones de productos agrícolas (conocidas como "retenciones") para -argumentaba- "desacoplar" los precios de los alimentos en el mercado interno de los precios internacionales, que ampliaron sus incrementos desde la guerra en Ucrania.
El presidente Alberto Fernández sostuvo este lunes que las retenciones serían la mejor forma de combatir el aumento de precios de los alimentos, pero argumentó que no cuenta con el respaldo de la oposición para tratar el tema en el Congreso.
La inflación fue de 6% en abril y acumuló 23,1% en el primer cuatrimestre, mientras que anualizada alcanzó a 58%, según el instituto oficial de estadísticas Indec. Se trata de una de las inflaciones más elevadas del mundo y de las más altas de Argentina en tres décadas.
En Argentina, los derechos de exportación de aceite y harina de soja alcanzan 33%, mientras que el trigo y el maíz pagan 12% y el girasol 7%.
En su carta de renuncia, Feletti defendió sus siete meses de gestión en los que consolidó el programa de acuerdos de congelamiento de precios con empresas para una serie de productos básicos, así como la creación de un fideicomiso privado para contener aumentos de precios en la harina y los fideos secos, entre otras medidas.
Sin embargo, consideró que "estas herramientas regulatorias, que fueron pertinentes y necesarias hasta finales del mes de febrero, se tornaron insuficientes" por el impacto de la guerra en Ucrania sobre los precios internacionales de los alimentos.
