Al menos 46 personas perdieron la vida en el terremoto de magnitud 6,2 que se produjo en la madrugada del viernes.

16 de enero de 2021, 11:57 AM
16 de enero de 2021, 11:57 AM

Los socorristas indonesios rescataron este sábado al menos a una decena de supervivientes de entre los escombros, un día después de un fuerte sismo que golpeó la isla Célebes y dejó varias decenas de muertos y más de 10.000 personas a la intemperie.

Al menos 46 personas perdieron la vida en el terremoto de magnitud 6,2 que se produjo en la madrugada del viernes y desató el pánico entre los habitantes del oeste de la isla de Célebes, que ya vivió en 2018 otra catástrofe similar.

Decenas de cadáveres fueron recuperados hasta ahora de los escombros de edificios derruidos en Mamuju, la capital provincial del oeste de Célebes, así como en el sur de la región, donde hubo una fuerte réplica el sábado por la mañana.

Aviones y barcos llegaban a Célebes con víveres y material de emergencia. La Marina envió un barco medicalizado para apoyar a los dos únicos hospitales que todavía funcionan en Mamuju, que están desbordados por los heridos, según medios locales. Las autoridades precisaron que hay al menos 190 heridos graves.

Las autoridades no precisaron cuántas personas podrían seguir atrapadas bajo los edificios derruidos, pero este sábado lograron rescatar con vida "al menos a diez personas", según un responsable de los socorristas.

Uno de ellos fue Ice, habitante de Mamuju, que quedó sepultado por los escombros de su casa junto a su familia. De repente, este sábado oyó voces de personas buscando a supervivientes.

"Gritaban: '¿Hay alguien vivo?' y respondí 'sí, estoy vivo' y pudieron llegar hasta mí", contaba este hombre, que solo tuvo un brazo roto.

Pero la falta de medios materiales dificulta los esfuerzos de los rescatistas para sacar a las víctimas de los escombros. Al mismo tiempo, miles de habitantes buscan un techo en precarios refugios o en tiendas de campaña, debido a las intensas lluvias. Se calcula que unas 15.000 personas perdieron sus casas o no pueden volver a ellas.

"Nos falta comida. No ha llegado aún la ayuda del gobierno", dijo Desti, de 24 años, que tuvo que salir casi huyendo de su casa, situada muy cerca del epicentro del seísmo.

"Necesitamos mantas y colchones. Algunas personas están durmiendo sobre hojas de cocotero", explica esta joven, que como muchos indonesios solo tiene un nombre. La mujer subraya que muchas familias temen volver a sus casas por miedo a las réplicas.




Familias rescatadas del tsunami /Foto: AFP

- Riesgo de tsunami -

El papa Francisco dijo estar "entristecido" por el sismo y envió su "solidaridad" a todos los afectados, según un comunicado del Vaticano. "Ruega por el reposo de los difuntos, la recuperación de los heridos y la consolación de todos los que están de duelo".

El sismo también provocó deslizamientos de tierra que cortaron el acceso a una de las principales carreteras de la provincia.

La agencia meteorológica y geofísica advirtió de la posibilidad de nuevos sismos y pidió a los habitantes que eviten la orilla del mar a causa del riesgo de tsunami.

La oenegé Save the Children pidió que se cuide en particular a los más jóvenes. "Aunque todavía se desconoce la magnitud de la catástrofe, sabemos que los niños son a menudo los más vulnerables después de un desastre", dijo la organización.

"Es esencial que la respuesta prioritaria se concentre en los niños, que han podido asistir a la muerte de familiares o haber sido separados de sus padres", añadió.

El temblor de tierra tuvo una magnitud de 6,2, según el Instituto estadounidense de Geofísica (USGS). El epicentro se situó a 36 km al sur de Mamuju, a una profundidad de 18 km, precisó el USGS.

El archipiélago indonesio se encuentra en el llamado Cinturón de Fuego del Pacífico, una zona de fuerte actividad sísmica y volcánica.

La región de Palu, en la isla Célebes, fue golpeada en septiembre de 2018 por un violento temblor de tierra de magnitud 7,5 seguido de un devastador tsunami. Esta catástrofe dejó más de 4.300 muertos y desaparecidos y al menos 170.000 desplazados.

Otro terrible sismo de magnitud 9,1 se registró frente a las costas de Sumatra en 2004 y provocó un tsunami que mató a 220.000 personas en la región, 170.000 de ellas en Indonesia.