El 4 de marzo, la instalación pasó a estar bajo control de las tropas rusas. Advierten sobre el peligro de estas acciones

9 de agosto de 2022, 20:51 PM
9 de agosto de 2022, 20:51 PM

Las fuerzas rusas que ocupan la central nuclear ucraniana de Zaporiyia preparan su conexión con la península de Crimea, anexada por Moscú en 2014, y dañan las instalaciones al hacerlo, alertó el martes el operador ucraniano Energoatom.​​

"Los militares rusos ponen en marcha el programa de Rosatom para conectar la central a la red eléctrica de Crimea", dijo el presidente de Energoatom, Petro Kotin, a la televisión ucraniana.​​"Para hacerlo, primero hay que dañar las líneas eléctricas de la central conectadas con el sistema energético ucraniano. Del 7 al 9 de agosto, los rusos ya han estropeado tres líneas eléctricas. En ese momento, la central funciona con una sola línea de producción, lo que es un modo de trabajo extremadamente peligroso", añadió.

"Cuando se desenchufe la última línea de producción, la central estará alimentada por grupos electrógenos que funcionan con diésel. Todo dependerá entonces de su fiabilidad y de las reservas de carburante", dijo Kotin.

Situada cerca de la ciudad de Energodar, a orillas del río Dniéper y no lejos de la península de Crimea, la central más grande de Europa dispone de seis de los 15 reactores ucranianos, capaces de suministrar energía a cuatro millones de hogares.

El 4 de marzo, poco después del inicio de la invasión de Ucrania el 24 de febrero, la instalación pasó a estar bajo control de las tropas rusas.

Moscú y Kiev se acusan desde el viernes de bombardear estas instalaciones, pero la información no ha podido confirmarse de forma independiente. El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, evocó el fantasma de la catástrofe de Chernóbil.

"Cualquier ataque a una planta nuclear es una cosa suicida", advirtió el secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres.

"Espero que esos ataques terminen y, al mismo tiempo, espero que el OIEA pueda acceder a la planta", agregó.

El Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) juzgó el sábado "cada vez más alarmantes" las informaciones procedentes de Zaporiyia, uno de cuyos reactores tuvo que pararse tras un bombardeo en la ciudad.