Iván Cepeda hizo llegar a la Fiscalía un oficio con mensajes en los que le hacen advertencias en contra de su familia, sus abogados, colaboradores y en su contra

14 de agosto de 2020, 17:20 PM
14 de agosto de 2020, 17:20 PM

El senador colombiano de izquierda Iván Cepeda, víctima en el proceso judicial que llevó al arresto domiciliario del expresidente Álvaro Uribe, denunció este viernes "serias" amenazas de muerte contra él y su familia.

"En el día de hoy dirijo a la Fiscalía un oficio en el que adjunto mensajes amenazantes que han llegado por distintas vías en los cuales se ataca y se hacen muy serias advertencias en contra de mi familia, en contra de mis abogados, de mis colaboradores y en contra mía con claros mensajes de muerte", dijo el congresista opositor en un video publicado en su página web.

Cepeda precisó en un comunicado que los "hostigamientos se han incrementado a partir del momento en que se dio a conocer la decisión de la Corte Suprema de Justicia (CSJ)" de ordenar el 4 de agosto la detención preventiva del expresidente Uribe (2002-2010). 

"Pido a la Fiscalía General de la Nación que se investigue quiénes son los autores de estos mensajes y cuáles son sus alcances", señaló Cepeda citado en el boletín.

El exmandatario de 68 años está recluido en su hacienda al norte del país, donde espera su eventual llamado a juicio por parte de la Corte Suprema, que lo juzga en calidad de legislador.

Uribe, mentor del presidente Iván Duque, terminó enredado en un giro insospechado de la justicia. En 2012 presentó una denuncia contra el senador Cepeda por un supuesto complot en su contra apoyado en testimonios falsos.

Pero la Corte Suprema se abstuvo de enjuiciar a Cepeda y, en cambio, decidió abrir en 2018 la investigación contra el exmandatario bajo la misma sospecha: manipular testigos contra su opositor.

Uribe trató de enlodar a Cepeda con la acusación de que había contactado a exparamilitares presos para que lo involucraran en actividades criminales.

Respaldado por el presidente Duque, Uribe siempre ha alegado inocencia y cuenta con un sólido apoyo popular tras su política de mano dura contra las guerrillas izquierdistas. 

El exmandatario derechista enfrenta una investigación por manipulación de testigos en su calidad de senador, que podría llevarlo a juicio por dos delitos relacionados (soborno y fraude procesal) y castigados con unos ocho años de cárcel.