Durante una reunión en Nueva York, el presidente brasileño, Michel Temer, prometió estabilidad política a los inversores del mundo que deseen emplear su capital en Brasil

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21 de septiembre de 2016, 18:20 PM
21 de septiembre de 2016, 18:20 PM

El nuevo presidente brasileño, Michel Temer, se reunió este miércoles con inversores en Nueva York para invitarlos a "participar en la nueva fase" de Brasil, en el marco de la Asamblea General de las Naciones Unidas.

Pero su estreno en la ONU y su cortejo a los inversores no han estado ajenos a polémicas y protestas: el martes varias delegaciones abandonaron la sala durante su discurso y el miércoles un grupo de manifestantes lo acusó de fraudulento.

En un almuerzo con inversores, Temer dijo que está "abriendo, universalizando el mercado brasileño" y que la confianza en el país, antes perdida por una severa crisis, "está volviendo rápidamente".

"Los invitamos a participar de esta nueva fase" e invertir en un mercado de 200 millones de habitantes, dijo Temer antes de un almuerzo con ejecutivos en el hotel St. Regis en Manhattan, organizado por el Consejo de las Américas.

Temer tomó las riendas de Brasil de forma definitiva el 31 de agosto, cuando la presidenta de izquierda Dilma Rousseff fue destituida por el Congreso, acusada de violar la Constitución por el manejo irregular de las cuentas públicas.

Desde que asumió como presidente interino en mayo, imprimió un tono conservador a sus políticas de gobierno y prometió severos ajustes para colocar a Brasil nuevamente en la ruta del crecimiento, después de haber cerrado 2015 con una recesión de 3,8%.

Pero frente al lujoso hotel, un centenar de brasileños cantaba consignas y sostenía carteles acusando a Temer de golpista y de conspirador, debido al agitado proceso que lo llevó al poder.

"Vinimos a denunciarlo mientras él está vendiendo al país. Nosotros sabemos que fue un golpe de estado", dijo  una de las manifestantes, Gabriele De Souza, una cocinera carioca de 42 años.

"No me podría imaginar que, después de una fase un poco complicada políticamente, todo el mundo fuera a aplaudir unanimemente (el proceso). No hay duda de que iba a haber oposición, pero eso no perturba mi tesis de pacificación y reunificación del país", respondió Temer.

Desestimó además como insignificante el hecho de que algunas delegaciones abandonaran la plenaria de la Asamblea General de la ONU el martes cuando él daba su discurso inaugural.

Los representantes de Costa Rica, Ecuador, Bolivia, Venezuela, Cuba y Nicaragua, que cuestionan la legitimidad de su gobierno, abandonaron la sala de debates en señal de protesta.

Temer dijo a la prensa el miércoles que no se dio cuenta de este desaire y respondió en tono muy molesto a un periodista que le preguntó al respecto: "Basta leer la Constitución brasileña para verificar que es un gobierno legítimo".

"Lo lamento porque las relaciones en ese plano no deben ser gubernamentales, de personas. Son relaciones institucionales, de estado a estado, y no de un gobierno hacia otro", afirmó.