Los candidatos lanzaron acusaciones pero sin mucha novedad en los señalamientos. Economía, violencia racial y relaciones exteriores estuvieron en la agenda

El Deber logo
26 de septiembre de 2016, 23:11 PM
26 de septiembre de 2016, 23:11 PM

El primer debate presidencial de Estados Unidos entre la aspirante demócrata, Hillary Clinton, y su rival republicano, Donald Trump, realizado la noche de este lunes en la Universidad de Hofstra (Nueva York), se realizó con pocas propuestas y en su mayoría con acusaciones sobre temas ya expuestos en sus respectivas campañas.

Desde el inicio de las discusiones, los dos principales candidatos presidenciales se trabaron en un áspero duelo verbal, con sus constantes interrupciones, ignorando por completo los esfuerzos del moderador por poner orden.

En la apertura de la discusión, Clinton dijo que la "cuestión central" de esta elección es decidir "qué país queremos ser", y afirmó que como presidenta se propone "construir una economía que funcione para todos" y que sea más "justa".

Clinton recordó que hace apenas ocho años el país enfrentaba "su peor crisis financiera" provocada por políticas fiscales que redujeron drásticamente los impuestos a los más ricos y fracasaron en invertir en la clase media.

Por su parte, Trump alertó que Estados Unidos no está haciendo nada para evitar que se pierdan puestos de trabajo y sean llevados a otros países, entre los que mencionó a México y China.

"Tenemos que renegociar nuestros acuerdos comerciales y tenemos que impedir que esos países sigan robándose nuestras compañías y nuestros puestos de trabajo", dijo, enfatizando que el sistema de intercambio comercial con México es "deficiente" desde su inicio.

Para el candidato conservador, "nuestro país está en problemas. No sabe qué hacer ante devaluaciones en esos otros países, especialmente en China. Lo que están haciendo con nosotros es algo muy triste". "Yo traeré empleos de vuelta. Tú no puedes", le lanzó a la exsecretaria de Estado.

Clinton le respondió que "tú vives en tu propia realidad".

Violencia racial

La candidata presidencial demócrata, Hillary Clinton, culpó a las armas de la violencia que golpea a la comunidad afroamericana mientras que su rival, Donald Trump, pidió "ley y orden" para acabar con la tensión racial entre los negros y la Policía.

"Hay dos palabras que la secretaria Clinton no quiere usar, que son ley y orden", resaltó Trump y consideró que la Policía "tiene miedo de hacer cualquier cosa" y, por ello, se han multiplicado los tiroteos en ciudades como Chicago (Illinois).

Frente a ello, Clinton ofreció tres recetas contra las tensiones raciales: restablecer la confianza entre la Policía y las comunidades negras, entrenar a los agentes y atajar la "epidemia" de la violencia armada, que se cobra de manera desproporcionada las vidas de varones afroamericanos.

Relaciones exteriores

Trump acusó a Clinton de haber generado un "caos completo" en Medio Oriente y señaló que Estados Unidos "no puede ser la Policía del mundo".

Obama y Clinton crearon un vacío de poder en Irak. Salieron y se formó el Estado Islámico", dijo el magnate. 

Por su parte, la candidata demócrata señaló que: “Trump apoyó la invasión de Irak y las acciones que tomamos en Libia".

Sobre la lucha contra el yihadismo señaló: “Donald dice que tiene un plan secreto para vencer al Estado Islámico, pero el secreto es que no tiene ningún plan”.