Ayer fue posesionado el presidente más joven de la etapa democrática. Rompió con 30 años de alternancia de dos partidos

El Deber logo
2 de junio de 2019, 4:00 AM
2 de junio de 2019, 4:00 AM

La promesa de hacer “política diferente” por parte de quien será el presidente más joven (37 años) en la actualidad de un país de América Latina, logró convencer.

Nayib Bukele, de la derechista Gran Alianza por la Unidad Nacional (GANA), solo necesitó una ronda para vencer a los candidatos de la coalición conservadora ARENA y del izquierdista FMLN, los partidos que históricamente se alternaron en el poder desde el fin de la guerra civil salvadoreña.

El nuevo presidente de El Salvador pidió ayer, durante su discurso de investidura, “unidad” para sacar al país adelante, e instó a los ciudadanos a “asumir sus responsabilidades”.

Lo escucharon miles de salvadoreños y los presidentes de Bolivia, Colombia, Costa Rica, Panamá, República Dominicana, Guatemala, y de la República Árabe Saharaui Democrática. No fueron invitados los jefes de Estado de Honduras, Nicaragua y Venezuela, calificados como “dictadores” por el nuevo presidente salvadoreño.

El político publica de forma asidua en sus cuentas de redes sociales y es en estas plataformas donde realiza importantes anuncios a la ciudadanía, como los nombramientos este mes de su gabinete de ministros, hasta el momento conformado por mujeres.

Bukele toma las riendas de un país catalogado como uno de los más violentos del mundo. La Mara Salvatrucha (MS-13), principal pandilla en El Salvador, puso sobre la mesa la posibilidad de “detener la violencia por la vía del diálogo” con Bukele, según una entrevista a un vocero, publicada por la revista Factum.