A sus 47 años, Misuzulu Zulu asume el lugar de su padre Goodwill Zwelithini, fallecido el año pasado tras 50 años de reinado.

21 de agosto de 2022, 10:08 AM
21 de agosto de 2022, 10:08 AM

Con un espectacular traje de plumas negras, el nuevo rey zulú ascendió al trono más influyente de Sudáfrica durante una tradicional celebración festejada por miles de asistentes, solo empañada por una disputa familiar sobre la legitimidad del nuevo soberano.

A sus 47 años, Misuzulu Zulu, cuyo nombre significa "reforzar al pueblo zulú", asume el lugar de su padre Goodwill Zwelithini, fallecido el año pasado tras 50 años de reinado.

"La nación zulú comienza hoy un nuevo capítulo", dijo el nuevo soberano desde un podio plantado dentro de una gran carpa blanca, luciendo una piel de leopardo y un collar de garras de depredador.

"Prometo trabajar para unirla", añadió.

En este país con once lenguas oficiales, los soberanos y los líderes tradicionales son reconocidos por la Constitución. Reyes sin poder ejecutivo, ejercen una profunda autoridad moral y son venerados por su gente. 

Desde la mañana, hombres y mujeres con coloridas vestimentas tradicionales empezaron a congregarse para honrar al monarca alrededor del palacio de mármol de KwaKhangelamankengane en las colinas de Nongoma, una pequeña ciudad de la provincia de KwaZulu-Natal (KZN, sureste).

"Es un gran día, hacemos historia", declaró a la AFP Bongani Khumalo, de 80 años y que forma parte de los regimientos de guerreros encargados de la protección real.

Bajo un sol abrasador, tropas de guerreros "amaButho", armadas con azagayas y escudos forrados de piel, bailaron e imitaron la guerra durante horas, a la espera de ver aparecer al rey. 

A las celebraciones también acudieron mujeres, ataviadas con trajes tradicionales y luciendo faldas plisadas y cinturones de perlas. Otras vestían ropas estampadas con la efigie del rey y la inscripción "Bayede" ("Saluden al rey", en lengua zulú).

En Sudáfrica viven once millones de zulúes, casi uno de cada cinco habitantes, lo que la convierte en la mayor etnia del país.



Coronación de Misuzulu Zulu, rey zulú de Sudáfrica/Foto: AFP


- Pueblo legendario -

Varias chicas jóvenes bailaron con el pecho al descubierto, colocándose por turnos en el centro de un corro de gente al ritmo de los cánticos de celebración, levantando las piernas en alto y zapateando sobre el polvoriento suelo.

Entre la multitud, los poetas del rey iban recitando la leyenda del pueblo guerrero y las cualidades del nuevo soberano.

La coronación tradicional tuvo lugar la pasada noche en el más absoluto secreto.



Varias mujeres bailaron bailaron con los pechos semidescubiertos/Foto: AFP



Pasada la medianoche, el soberano entró en el "corral del ganado", una especie de templo de la nación zulú en la que un número restringido de hombres se comunican con los ancestros.

Su aparición ya como nuevo rey de este pueblo legendario, descendiente del rey Shaka que derrotó a los colonizadores británicos en el siglo XIX, fue recibida con éxtasis por sus vasallos.

"¡Tenemos nuestro rey!", lanzó Sinenhlanhla Msweli, de 29 años, en medio de la multitud mientras el monarca, con una lanza y un escudo, se unía a sus guerreros que le entonaban cánticos en voz baja para jurarle lealtad.

El único punto oscuro de la celebración fue la sombra de la disputa que envenena el palacio desde hace más de un año.

La primera esposa del difunto rey y su clan han cuestionado la legitimidad de Misuzulu Zulu, hijo de la tercera esposa del rey, su favorita.

El sábado presentaron un recurso de último minuto para intentar impedir la coronación, en vano.


Mujeres bailan durante la coronación del rey zulú en Sudáfrica/Foto: AFP



"Los que son zulúes y conocen las tradiciones saben quién es el rey", señaló Themba Fakazi, consejero del anterior soberano y partidario de Misuzulu Zulu.

En los próximos meses, el presidente Cyril Ramaphosa sellará el caso de la coronación reconociendo formalmente al nuevo rey zulú, que, además del trono, hereda una fortuna considerable. 

El rey zulú posee numerosas tierras gestionadas por un fondo del que es el único administrador. En su haber tiene unos 30.000 km2, un tamaño similar a Bélgica, y casi 1.500 propiedades.

Conocido por su fastuoso estilo de vida, su padre percibía unos 75.000 dólares anuales para sus gastos personales, además de un presupuesto de 4,2 millones de dólares para el funcionamiento del reino, según un baremo publicado en el diario oficial.