Venezuela vota y la expectativa es global por un posible cambio presidencial
Varios dirigentes de la oposición fueron detenidos ayer en diferentes lugares de Venezuela. Brasil, Argentina, Chile y otros países reclaman por la prohibición de entrada para sus delegados. El opositor González es favorito de las encuestas
Llegó el día de los comicios en Venezuela. Un país polarizado con la candidatura del presidente Nicolás Maduro que busca la reelección para un tercer mandato y una oposición encabezada por Edmundo González y su mentora Corina Machado que buscan la presidencia al final de un proceso electoral plagado de denuncias contra el gobierno y en los últimos días arreció sus ataques con detenciones de opositores y la prodición de la entrada al territorio venezolano de exmandatarios y otros dirigentes que querían participar como observadores en las elecciones.
La elección presidencial en Venezuela es de tal complejidad política que se ha convertido en una especie de moneda al aire para analistas y firmas consultoras a la hora de pronosticar enfáticamente quién ganará: si el chavismo seguirá en el poder por 6 años más o si habrá un quiebre electoral que abra camino a una transición liderada ahora por la oposición.
La oposición, con su candidato unitario Edmundo González Urrutia, lidera la mayoría de las encuestas de empresas con trayectoria, pero esos apuntes sociales no son suficientes para que especialistas independientes y consultoras den por sentado que el antichavismo ganará la elección.
La “incertidumbre” está a la orden del día en las horas previas a la votación, explica el politólogo Pablo Andrés Quintero.
“La oposición tiene toda la capacidad de ganar la elección, así como el chavismo tiene toda la capacidad de revertir la distancia electoral que le lleva González Urrutia”, moviendo su maquinaria y usando “recursos” para acortar la brecha, comenta a la Voz de América.
“Es un gobierno que va a optar por todos los mecanismos disponibles para ganar la elección y buscar la legitimidad correspondiente, pero también la oposición tiene la posibilidad de votar masivamente” y provocar un cambio por elecciones, insiste.
Ola de represión
El régimen de Nicolás Maduro reforzó su operativo represor ayer con nuevas deportaciones de figuras internacionales invitadas por la oposición como veedores de los comicios y varias detenciones arbitrarias, cuando quedan menos de 24 horas para que comiencen las elecciones que podrían marcar el fin del gobierno chavista.
En la capital venezolana se percibe un clima que fluctúa entre nerviosismo e incertidumbre ante unos comicios en los que todas las encuestas independientes auguran la derrota del chavismo por una amplia mayoría frente al candidato opositor Edmundo González Urrutia, pero persisten las dudas sobre cómo la tomaría el oficialismo si se concretara.
La arremetida chavista de las últimas horas tensionó aún más el final de una campaña electoral plagada de denuncias de ataques contra miembros de la coalición opositora Plataforma Unitaria Democrática (PUD) y acusaciones a la prensa extranjera.
Ayer, Vente Venezuela, el partido de la líder opositora María Corina Machado, alertó sobre una oleada de persecución contra dirigentes opositores en varios rincones del país y realizó un llamado a la comunidad internacional para atender a esta delicada situación.
En las últimas 48 horas, ocho líderes vinculados a la oposición fueron detenidos en los estados de Zulia, Yaracuy, Mérida y Táchira, a lo que se sumaron por lo menos dos allanamientos a la casa de un dirigente de Carabobo y a la residencia de los familiares de un coordinador electoral en el municipio de Pampán.
“Fuerzas del régimen inician una ola de persecución y amedrentamiento contra líderes políticos en varios estados del país. Hacer política no es delito. Alertamos a la comunidad internacional de esta situación y exigimos el cese de la persecución”, escribió en un comunicado en su cuenta de X el comité de derechos humanos de Vente Venezuela.
A través de un comunicado, la ONG Justicia, Encuentro y Perdón rechazó “enérgicamente la continuidad de los actos de acoso y hostigamiento contra activistas sociales y dirigentes políticos en varios estados del país, entre ellos Lara, Delta Amacuro y Bolívar, así como en los Altos Mirandinos durante la noche del viernes 26 de julio”.
A pesar de las estrategias de la “furia bolivariana”, como la llama Maduro, por contener a los funcionarios relacionados a González Urrutia y Machado, los damnificados pidieron a la población que nos los domine el miedo.
“Quiero ser muy responsable con esto que les voy a decir Venezuela, sobre todo Carabobo. No tengan miedo. Jamás se detengan. Sean libres, esta lucha la hacemos por todos ustedes”, dijo en un video en sus redes sociales Carlos Lozano, exdiputado de la Asamblea Nacional cuya casa fue allanada.
Expulsiones y veto
En un nuevo episodio que se sumó a las decenas de dirigentes y exmandatarios europeos y latinoamericanos que fueron deportados abruptamente el viernes desde el aeropuerto o que ni siquiera pudieron volar al país desde Panamá, el exdiputado español de Vox Víctor González, que había ingresado a la capital venezolana la víspera, fue detenido ayer en su hotel y expulsado del país.
El exlegislador compartió una serie de videos en los que se lo ve dentro del ascensor de su hotel, escoltado por miembros de la Guardia Nacional y luego en un auto en el que lo trasladaron hasta el aeropuerto internacional de Maiquetía.
También diez congresistas y eurodiputados del Partido Popular (PP) español, así como una parlamentaria de Colombia y otra de Ecuador, denunciaron su deportación a su llegada al aeropuerto de Maiquetía, que sirve a Caracas.
“El gobierno parece estar asustado. Todos estos atropellos demuestran el vicio de esta contienda electoral. Vamos a enfrentar un proceso electoral que ya no es una elección cualquiera: es una guerra entre el cambio y la continuidad”, dijo a La Nación el politólogo Rommer Ytriago.
“La derecha amenaza”
Quien se pronunció al respecto de eventuales incidentes de violencia en las elecciones fue el primer vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), Diosdado Cabello, que responsabilizó a la oposición.
“La derecha amenaza, dice que se va a quedar en los centros electorales. Nosotros también, para verificar, acompañar a los votantes, presenciar el escrutinio y se quedarán para asegurar la paz en todo el territorio nacional”, indicó durante el Encuentro con Acompañantes Internacionales que llegaron al país invitados por el oficialismo, en relación a los pedidos de Machado a sus votantes de que sufraguen temprano para poder permanecer monitorear el proceso electoral desde los centros.
“Son ingenuos porque son arrogantes, que van a quedarse por el resultado que ellos obtengan, no el que dé el CNE. A esta altura no nos amenaza nadie, todo el mundo vio el cierre de campaña, hay una gran firmeza para defender los resultados del 28 de julio”, agregó el número dos del chavismo, antes de afirmar que “no capitularán” con la oposición.