Miles de migrantes lograron volver al país para votar y dicen que si cambia el gobierno se quedan. Un estudio realizado entre el 5 y el 13 de julio de este año, encontró que 31,7% de los encuestados dijo que de no ganar el candidato de su preferencia, se iría de Venezuela

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28 de julio de 2024, 11:28 AM
28 de julio de 2024, 11:28 AM

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#LaHoraDeVenezuela

Ana Ysabel Tricase tomó tres vuelos e hizo un trayecto en carro para cruzar unos 3.648 kilómetros y viajar desde la ciudad de Dallas en Estados Unidos (EEUU) para llegar a Falcón. Alondra Baute rodó cinco días, atravesando 2.537 kilómetros, con sus dos hijos de siete y 11 años de edad desde Quito, Ecuador, para volver a La Guaira, su ciudad natal. Daniel Bravo voló 5.095 kilómetros desde Bolivia hasta Caracas. Son parte de los 7,7 millones de migrantes venezolanos que abandonaron el país por la crisis humanitaria y volvieron a Venezuela porque quieren aportar su voto a la candidatura de Edmundo González.

La campaña electoral duró tres semanas, María Corina Machado acompañó a González a recorrer gran parte del país, ya antes la líder opositora había visitado lugares inhóspitos para dar a conocer su proyecto político. Sus actos estuvieron marcados por la migración: en cualquier pueblo las lágrimas de niños, adultos mayores y contemporáneos brotaban inconsolablemente para pedir un cambio de gobierno que se traduzca en el retorno de sus familiares. 

No todos los que huyeron de Venezuela podrán votar en estas elecciones, apenas 69.211 podrán expresarse en el exterior, cuando se estima que unos 4,5 millones tienen las condiciones para hacerlo. Hay países donde las embajadas están cerradas y, en otros, hubo un sinfín de trabas para la actualización del registro electoral. Por tanto, hay quienes optaron por regresar a su tierra para votar.

«Desde que anunciaron la fecha dije que retornaba a Venezuela antes del 28 de julio. Tengo la oportunidad de ir a votar y a representar a quienes no pudieron venir por estar exiliados, por haber muerto en manifestaciones, por estar presos en calabozos», plantea Ana Ysabel Tricase, quien comenzó a planificar su viaje electoral el pasado 5 de marzo cuando anunciaron la fecha de las elecciones presidenciales.

Ana Tricase es politóloga, tiene 37 años, y se vino sola desde EEUU, pero en la ruta se encontró decenas de venezolanos que también decidieron retornar a casa para manifestarse en los comicios. En su vuelo Miami-Santo Domingo (República Dominicana) 36 pasajeros tenían el mismo objetivo, y en el avión Santo Domingo-Maracaibo 58 personas se embarcaron para sufragar este 28 de julio. 

Por las carreteras de Latinoamérica se repitió la historia, venezolanos tomaron todos los buses necesarios para cruzar a su país a tiempo. Alondra Baute, de 28 años de edad, partió desde Quito, y en su camino se encontró «muchos venezolanos viajando a votar» desde Chile, Perú, Ecuador y Colombia. Recordó que en Ipiales, frontera entre Ecuador y Colombia, estuvo ocho horas esperando adquirir el boleto con destino a Cúcuta por la amplia cantidad de votantes venezolanos que compraban pasajes para viajar.

A Ana Ysabel Tricase y a Alondra Baute se les quiebra la voz del otro lado del teléfono cuando asimilan que ya están en suelo venezolano para ser partícipes de las elecciones presidenciales 2024, cuando cuentan que se han reencontrado con sus familiares, cuando vuelven a sentirse en casa después de haber tenido que empezar de cero en otros países en la búsqueda de mejores oportunidades de vida. 

Las vacaciones en una universidad de Cochabamba, Bolivia, donde Daniel Bravo imparte clases de música coincidieron con los comicios y él no dudó en regresar luego de siete años fuera. «Estoy aquí, listo para votar», afirma con una voz que denota alegría.

Partió desde el aeropuerto de Viru Viru, en la ciudad de Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, y en ese avión de Conviasa viajaron dos venezolanos más decididos a ser parte de los comicios presidenciales. 

Migró en 2017, «época bastante dura y terrorífica», recuerda. También dice que la vida como docente universitario se le encareció demasiado en ese entonces y por eso buscó oportunidades en el exterior.