Luis Fernando Camacho les explicó a sus colegas que era coartarle el derecho democrático en pos de la unidad. Pumari dice que no se buscaba beneficiar a Mesa y que Juan Flores quería que renuncien todos

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1 de agosto de 2019, 10:33 AM
1 de agosto de 2019, 10:33 AM

Una acusación de Virginio Lema, candidato a la presidencia por el Movimiento Nacionalista Revolucionario, saca a relucir los entretelones de última reunión entre los comités cívicos, el Consejo Nacional de Defensa de la Democracia y algunas plataformas, celebrada en La Paz el 23 de julio. Lema dijo que Luis Fernando Camacho, presidente cívico cruceño, está inclinado a favor de la candidatura de Carlos Mesa, y que por eso no llamaba a la unidad de la oposición para enfrentar a Evo Morales el 20 de octubre. Eso obligó a Camacho a aclarar que en la reunión de La Paz le habían solicitado que pida la renuncia de Óscar Ortiz, único candidato cruceño a la presidencia y postulante por Bolivia Dice No, a lo que él se opuso.

Consultados al respecto, Marco Antonio Pumari, presidente del Comité Potosinista, aseguró que se trataba de la unidad en torno al candidato mejor ubicado en las encuestas, sin importar si era Carlos Mesa, Óscar Ortiz o Víctor Hugo Cárdenas, y que hubo propuestas más radicales, como pedir que todos renuncien a la candidatura, de parte de Juan Flores, presidente cívico cochabambino. Este, a su vez, reconoció que hubo la conversación pero que nunca se pidió que se baje un candidato.

Lema

Todo comenzó con una queja del candidato rosado: “Los comités nunca han hecho un llamado a la unidad. Hemos hablado de todo menos de la unidad”, dijo y luego disparó directamente contra Camacho: “Se está inclinando por un candidato. Yo creo que vamos a tener sorpresas pronto, no vaya a ser que aparezcan líderes cívicos como candidatos de un partido”, añadió, en referencia a Carlos Mesa, primero, y a Comunidad Ciudadana luego.

Para Lema, convocar a paros y protestas en defensa del voto del 21-F es ‘guerrear’, mientras que un llamado a la unidad le daría al pueblo boliviano lo que pide y significaría la paz.

Las acusaciones contra Camacho fueron más allá. Asegura que Óscar Ortiz asistía a las convocatorias cívicas cuando Fernando Cuéllar presidía el Comité, “porque era más cercano a la línea de Rubén Costas” y no va ahora porque Camacho responde a la línea de Germán Antelo, expresidente cívico y exsenador.

Para Lema, la voz de Camacho es vital, porque más allá de que “el cívico de Potosí hace lo que puede”, los otros comités casi ni existen.

Camacho respondió una por una las acusaciones de Lema. Dijo que cuando se encontró con él en el Comité pro Santa Cruz, para la reunión con el resto de los candidatos opositores, le aclaró que no iban a pedir la unidad opositora, sino que iban a buscar la unidad en torno a la defensa del voto del 21-F, que si buscaban un solo candidato sería como invalidar todos los paros, marchas y acciones de protestas y convalidar la participación del binomio oficialista en la contienda electoral, pese a que considera a Morales “un infiltrado de la democracia”. “Virginio Lema está buscando hablar mal de mí y ofende a toda una institución. El Comité Cívico tiene más de 200 instituciones afiliadas y una Asamblea de la Cruceñidad, que son las que deciden las acciones”, dijo Camacho. Eso lo llevó a la cuestión principal: “Si estuviera a favor de Carlos Mesa, hubiera pedido la renuncia de Ortiz”, dijo.

La Paz

¿Le habían pedido a Camacho la renuncia de Ortiz, como consiguió Pumari la dimisión de Edwin Rodríguez? Sucedió el 23 de julio en La Paz y ante la acusación de Lema, el cívico cruceño lo aclara. “Fuimos claros en la reunión de La Paz cuando me pidieron que diga públicamente que el señor Óscar Ortiz renuncie por esa unidad”, cuenta Camacho, que se encuentra de viaje, fuera de la ciudad.

Por teléfono contó que no era un solo cívico el que estaba en esa posición, sino la mayoría y que con ellos había varias plataformas. Para demostrar la veracidad de su relato, Camacho envió la grabación de su intervención en la reunión del 23 de julio, que dura 12 minutos y en la que comienza pidiendo tolerancia ante lo que va a decir, porque la correlación de fuerzas no le era favorable.

Primero explicó que no se puede dejar en manos de los políticos el éxito o el fracaso del proceso de defensa del voto del pueblo, que al pedirle que se baje a alguien o que una su candidatura con otra persona estaría quitándole su derecho a participar en elecciones y que no solo se estaría dilapidando el voto del 51,3%, sino también enterrando paros, huelgas y la lucha por defender ese voto del 21-F.

Luego los llamó a la reflexión. Les dijo que eran ellos -cívicos y plataformas- los que deberían marcar la ruta de la línea democrática y ciudadana en la que se basa el éxito de las movilizaciones. Le puso como ejemplos comités que confiesan que no tienen de su parte al transporte, otras regiones donde los cívicos son oficialistas o la misma La Paz, plagada de funcionarios públicos, pero que igual salen a marchar y acatan paros porque los que convocan son ciudadanos y no políticos. “No depositemos la victoria o la derrota de un país en ocho candidatos, no lo hagamos. Si ustedes consideran que la unidad puede hacer que uno gane, que sean ellos los se unan por un compromiso por Bolivia, pero es decisión de ellos”, arengó.

Al final terminó aplaudido y su línea fue la que se impuso: paro nacional el 21 de agosto y paro indefinido, con cabildo previo, a partir del 10 de octubre. No es una línea tibia. Camacho les dijo que, si se tienen que atrasar las elecciones para impedir la repostulación de Morales, que se retrasen y tampoco descartó la posibilidad de desconocerlo como ganador de las elecciones.

También les contó que cuando se reunió con cada uno de los candidatos, antes de un encuentro en Santa Cruz, cada cual ponía una excusa para no aliarse con el otro. “Cada uno tiene una excusa, no nos desgastemos. Que la historia y el tiempo vean si ellos ayudaron o perjudicaron a Bolivia”, sentenció.

Vladimir Peña, vocero de Bolivia Dice No, explicó que ya sabía de este suceso y valoró la coherencia de Camacho, al negarse a ser usado para atacar una candidatura. Óscar Ortiz asegura que hay personas que buscan utilizar a las instituciones para favorecer a Mesa. Añadió que Pumari “dio cobertura a la traición de Edwin Rodríguez”, sin una sola consulta a su directorio y acusó a Mesa de querer quedarse solo en la oposición en lugar de tratar de convencer al votante.