Opinión

Acercando dos regiones

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9 de abril de 2019, 18:57 PM
9 de abril de 2019, 18:57 PM

Para muchos latinoamericanos, la mención del Golfo Árabe probablemente genere imágenes de un desierto lejano. Por su parte, para muchos ciudadanos de países del Golfo, América Latina y el Caribe seguramente solo evoque los nombres de estrellas de fútbol.

Esta falta de conocimiento mutuo es paradójica si consideramos que en los siglos XIX y XX nuestra región recibió a cientos de miles de inmigrantes de habla árabe. Muchos de sus descendientes prosperaron y algunos llegaron a ser líderes en los negocios y la política en nuestros países.

Sin embargo, estas dos regiones potencialmente tan complementarias no solo se conocen poco, sino que apenas comercian entre sí. En 2018 el intercambio entre América Latina y el Caribe y los países del Golfo Árabe apenas sumó unos $us 16.300 millones. Esa suma representa solo el 7% de todo nuestro comercio con Europa, que fue de alrededor de $us 230.000 millones.

Para acercar a estas dos regiones, el Banco Interamericano de Desarrollo y la Cámara de Comercio de Dubái han organizado en Ciudad de Panamá un foro de negocios, invitando a 700 empresarios y autoridades de países del Golfo. El objetivo es que conozcan a sus pares de nuestra región, hagan contactos y encuentren oportunidades de beneficio mutuo.

Hay cientos de productos que comerciamos con el resto del mundo, pero no con los países del Golfo. Un ejemplo claro: los Emiratos compran $us 1.600 millones de cobre al año, mientras que América Latina exporta $us 15.500 millones de ese ese metal cada año. Pero ninguno de esos intercambios ocurre entre nosotros. Brasil exporta aeronaves a todo el mundo. Pero no las exporta al Golfo.

La clave está en conocernos mejor. Algunas empresas ya lo han logrado. Hay frutícolas colombianas que exportan maracuyá, peruanas que exportan granadas y avícolas uruguayas que exportan pollos a esa región. Debemos aspirar a mucho más. Hay dos cosas que podríamos hacer relativamente rápido para casi duplicar el comercio entre ambas regiones.

La primera es abrir más embajadas. En el BID estimamos que, de contar con más misiones diplomáticas, el comercio entre los países del Golfo y América Latina y el Caribe aumentaría en unos $us 3.300 millones al año.

Tomemos el caso de Chile, que abrió una oficina de promoción de negocios en Dubái en el 2006, y posteriormente estableció su embajada allá en 2009. Tan solo en el año siguiente, en 2010, las empresas chilenas invirtieron una cifra récord de cerca de $us 1.500 millones en los Emiratos.

Más recientemente, luego de que Chile y los Emiratos eliminaran el requisito de visas de viajero para sus ciudadanos, la aerolínea Emirates comenzó a volar con una escala a Santiago. Además de estimular el turismo y los negocios, sus cinco vuelos semanales pueden transportar hasta 70 toneladas de carga, abriendo un mercado para productos perecederos de alto valor agregado.

La segunda cosa que deberíamos hacer es lograr más acuerdos comerciales entre ambas regiones. En los casi 15 años que llevo en el BID he sido testigo del impulso que le pueden dar estos tratados a los negocios. Acuerdos sobre inversiones bilaterales y la doble tributación han aumentado el comercio entre mucho países y regiones. Pero a la fecha no tenemos ni un solo acuerdo con países del Golfo. Nuevamente, según nuestros cálculos, los tratados de comercio podrían agrandar el intercambio en unos $us 9.800 millones al año.

Naturalmente, no bastará con firmar documentos o abrir oficinas. Ambas regiones tenemos que reducir nuestros costos logísticos. En promedio, un container demora entre tres y cuatro días en salir de aduanas en los puertos de nuestras regiones. En Alemania lo hacen en un solo día.

Muchos de nuestros países están tomando medidas para agilizar el comercio y las inversiones, pero tenemos mucho trabajo por delante.

También tenemos una gran oportunidad para ampliar nuestros horizontes y ganar nuevos socios en una región del mundo que deberíamos conocer mejor. Aprovechémosla.

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