El Deber logo
13 de julio de 2019, 4:00 AM
13 de julio de 2019, 4:00 AM

Si juntamos los pies, alzamos los talones y nos inclinamos hacia adelante sobre los dedos, ¿qué sucede? Perdemos el equilibrio, nos abalanzamos contra lo que tengamos enfrente. Es imposible una vida normal si no estamos firmes con los dos pies sobre la tierra. Algunos sicólogos utilizan el primer caso para ejemplificar la excesiva anticipación ante los acontecimientos de la vida, que es uno de los motivos de la ansiedad. El segundo, muestra la inseguridad que provoca anclarse en el pasado.

Como es un error vivir instalados en el ayer, ahora me centraré en los peligros de anticiparnos excesivamente. Todos alguna vez nos hemos anticipado descontroladamente, porque creemos que hacerlo nos prepara mejor para el futuro y que podemos remediar incluso lo que jamás nos sucederá. Es como cuando unimos los pies y nos apoyamos solo en los dedos. Una vida tambaleante, regida por miedos irracionales. Cuando terminé mi relación laboral con CNN en español, algunas personas me preguntaron si ya tenía apalabrado otro canal de televisión. Mi respuesta fue la de siempre: “No, yo abrazo la incertidumbre”.

La vida es el juego de caminar constantemente sobre una cuerda floja. Si miramos hacia abajo, tomamos conciencia del vacío al que podríamos caer. Esa es la incertidumbre, porque el que no está dispuesto a abrazar la incertidumbre y los cambios constantes, tendrá que quedarse en el piso. No crecerá. La única forma de avanzar es abrir los brazos y caminar. Desde allí veremos un poco de todo, como la vida misma. No hay ayer ni mañana, solo existe el hoy. Ocuparse, preocuparse y anticiparse excesivamente son conceptos diferentes. Mi mensaje no invita a una vida despreocupada del futuro. Ahorrar, seguir aprendiendo, preparar a nuestros hijos para la vida y diseñar estrategias de desarrollo a corto, medio y largo plazos siguen siendo ineludibles para la raza humana. En la novela Cumbres borrascosas, Emily Bronte escribió: “Es una tontería lamentarse de una desgracia con veinte años de anticipación”. A lo que añado hoy: y una causa más de la epidemia actual de ansiedad.

Tags