Bolivia, rehén del MAS
Bolivia está secuestrada por un partido político que le está robando la esperanza y el futuro. Ya se han cumplido 14 días de bloqueo. La pugna interna en el Movimiento Al Socialismo, la ambición desmedida de Evo Morales y la falta de determinación del Gobierno de Luis Arce están cebando una realidad catastrófica para el país.
Las encuestas recientemente publicadas indican que se dispara el porcentaje de bolivianos que piensan que las cosas van por mal camino y que van a empeorar antes que mejorar. El bloqueo no solo es una falta de respeto y consideración al derecho de libre locomoción que tienen los ciudadanos, sino un ataque certero que desangra la economía nacional y que está obligando al cierre de empresas y pérdida de empleos.
El presidente de la Cámara de Industria y Comercio (Cainco), Jean Pierre Antelo, afirma que la ciudadanía y las empresas sobreviven un día a la vez, en lugar de planear cómo encararán el próximo año. Sostiene que al país se le está robando la esperanza y el futuro. Y él no es el único ni es solo la voz de Santa Cruz la que quiere hacerse escuchar. En Cochabamba hay desesperación, porque es el departamento más golpeado por las medidas de protesta Evo Morales y sus afines; mientras que La Paz también está agobiada. El efecto multiplicador de esta medida de protesta está lacerando la economía del país.
En los puntos de bloqueo cada día hay mayor agresividad. No solo hay gente con armas de fuego, sino que también se ha detectado a personas que van entre los puntos de corte de carretera llevando mucho dinero en atadijos que se ponen a la espalda y que servirían para pagar el “servicio” de impedir el paso de vehículos.
Todo esto tiene una sola finalidad que es el afán sectario de que Evo Morales evada a la justicia, recupere el poder total del país y que sea habilitado como candidato a la Presidencia en las elecciones nacionales de 2025, para después ser declarado ganador sin considerar la voluntad de los bolivianos. Ya lo hizo varias veces, pisoteando la Constitución y la democracia.
Morales, entre las estrategias del bloqueo vuelve a cercar las ciudades más pobladas, sin que importe en realidad la afectación al bolsillo de la gente. Y a ello se suma ahora el ataque armado a la Policía, con gente que empuña escopetas y que está dispuesta a matar o a morir. ¿Hasta dónde más se permitirá tanta ilegalidad? Hay autores intelectuales y materiales de estos excesos y el Ministerio Público con su flamante titular debería actuar en consecuencia.
El Gobierno de Luis Arce, del otro frente del Movimiento Al Socialismo, anuncia desbloqueos, pero han sido inútiles porque las rutas siguen cerradas, mientras en las ciudades y en la clase política crecen las demandas de una actuación más contundente.
Es así que el país está capturado por dos flancos de un partido político que está dando muestras claras de no saber cómo sacar a Bolivia del profundo pozo en el que se encuentra. ¿Con qué argumentos puede volver a ser presidente Evo Morales si lo único que hace en este momento es causarle un profundo daño al país?
Es urgente que el Gobierno escuche las voces ciudadanas y que restablezca el orden en el país. El corte de carreteras y la violencia tienen ahogados a los bolivianos, que lo único que piden es coherencia entre los dichos y los hechos. La Constitución establece mecanismos para hacerlo y no puede ser que la falta de determinación gane frente a los revoltosos que golpean a Bolivia.